Experimentados priistas en Morena

El engrudo de el todo el obradorismo es Andrés Manuel López Obrador, no su ideología, ni mecanismos institucionales creados en su gobierno, y la Cuarta Transformación es un concepto vago y vacío cuando los gobiernos locales de Morena y sus aliados tienen los mismos vicios e incapacidades de los gobiernos del régimen anterior.

El reto más grande e importante que asumirá la virtual presidenta, Claudia Sheinbaum, será mantener la unidad y liderazgo sobre un movimiento heterogéneo de mujeres y hombres con historias personales, acciones y actitudes ajenos al ideario de AMLO, pero empoderados “con cargo” a su imbatible popularidad. Muchos priistas, panistas, perredistas, etcétera.

El conjunto heterogéneo de empoderados “bajo la sombra del caudillo” tiene experimentados priistas, panistas, perredistas, emecistas, una larga cauda de astutos políticos del “viejo régimen” que subieron al nuevo barco del poder que capitanea AMLO y ahora son herencia de Sheinbaum que, en un alarde de pragmatismo electoral ha subido a más mujeres y hombres de la misma especie política.

No puede saberse si la nueva capitana del barco tiene igual o más pericia que el tabasqueño que está a escasos tres meses de retirarse. Lo que es incuestionable, es que el apoyo popular de AMLO es inédito. A él se deben los votos, sin ánimo de escatimar los merecimientos de Sheinbaum, su hoja de vida, su inteligencia, su activismo social, su formación académica y ética, sus logros científicos. Como sea, las bases están puestas, los enemigos irreconciliables torpemente se mostraron, y el poder que le dejan los votos es descomunal.

Del otro grupo de empoderados está el grupo de mujeres y hombres que se dicen “morenistas puros”, pero eso no es garantía de ejercicio ético y eficiente del poder. Penosamente muchos de esa grupo no han sabido gobernar ni administrar municipios, Estados, ni legislar y representar al pueblo con eficiencia, honradez y honestidad. En boca de varios de este grupo las palabras de López Obrador suenan huecas, vacías de contenido, simple demagogia, con pocas excepciones. Los hechos hablan el lenguaje irrefutable de la realidad.

En lo local

En Quintana Roo hay una muestra clara de empoderados con la marca del obradorismo. Las copiosas lluvias que afectaron el estado más turístico de México desnudaron a los tres órdenes de gobierno emanados de Morena y sus aliados, su falta de oficio político, de valores y compromiso con la población a la que tienen obligación de servir bien. La empobrecida Chetumal sufrió inundaciones drásticas y millonarias pérdidas materiales que pudieron atenuarse. No todo lo pasado es malo. Antes del gobierno panistaperredista de Carlos Joaquín y su continuidad gatopardista, previo a fenómenos como el temporal citado, que incluso anunciaron, se aplicaba el “operativo tormenta” en el que el gobierno municipal en coordinación con la Comisión Estatal de Agua Potable y Protección Civil, desazolvaban toda la infraestructura pluvial. No se hizo. Después del daño al patrimonio de la población, el gobierno del estado y la presidenta municipal Yensunni Martínez subieron publicaciones que no resuelven nada, sólo echan sal a la herida. Los comentarios a sus publicaciones en redes sociales son de rechazo, de ira y frustración. Yensunni y sus tenis blancos, Eugenio Segura y sus brindis, Mara Lezama y su ausencia. En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño estado.

¡HASTA LA PRÓXIMA!

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Edición: Ana Ordaz