Opinión
Octavio Olvera
30/11/2024 | Ciudad de México
“Me llaman mamá, cantora, compositora, poeta, artesana joyera, dramática. Amo el mar. Soy de San Felipe”, reza la tarjeta de presentación en redes sociales de la artista yucateca María San Felipe. Y prueba de esa fama fue el recital Por si volvieras que ofreció la noche de este viernes en el Teatro Xola Julio Prieto, verdadera joya engastada en poesía intimista acompañada de los acordes melancólicos de una sola guitarra, en un escenario que evocó la ausencia, el desamor, el duelo.
El arte escénico del espectáculo otorgó una sorpresa al público. Todo empezó con el oro acústico de la guitarra de Andrés Tinoco en la penumbra, poco después irrumpió la voz de María San Felipe con las letras de Pudiera ser, sin observarse ella en el espacio. De pronto un haz la iluminó entre los pasillos del foro que provocó la ovación de los presentes. Con un vestuario que sintetizaba el dolor del corazón, continuó con dos horas de su creación para los asistentes.
El diseño escenográfico y lumínico de Por si volvieras es obra de Daniel Gruener que refleja a la perfección el alma creativa de María: un escritorio con una máquina de escribir, sus libros de poesía, el perchero de donde penden los enseres del amado entre la bruma de la ausencia.
El acto musical se desarrolló alternando canciones y poemas. Sus seguidores, que abarrotaron el teatro, disfrutaron de la interpretación de más de una veintena de composiciones, entre ellas Deberías estar aquí, Hoy me desvelé contigo, Yo te quería a ti, Categoría cinco, Caza fantasmas, Cuando lavas los platos y Lloré.
Foto: Jusaeri
La música de María San Felipe hace recordar el espléndido trabajo que hicieron Los Cuatro de Chile con la poesía de Óscar Castro. En su lírica se encuentra la pérdida del ser amado, la divergencia de los amantes imposibles. El hombre se vuelve pena y resuena en sus versos algo de las cuitas poéticas de Rosario Castellanos. En Cobarde de mierda existen ecos del tierno desenfado de algunos de los poemas de Jaime Sabines. Podríamos del mismo modo aventurar que sus composiciones donde circula lo cotidiano y se conjuga con la fluidez penosa de la vida, se encuentra también el acento de Gabriela Mistral.
Aunque su género es la trova y coquetea con el bolero, causó furor entre los presentes Voy a volver a intentarlo, melodía muy al estilo del género ranchero en la que de manera bravía restaña sus heridas con una resiliencia retadora: “…Y mi talento más bravo / es que me sé levantar / la vida me ha roto en pedazos / y yo no le guardo rencor / Yo al miedo le doblo los brazos / le invito un trago al dolor”.
Lo social también está presente en su arte. Cerró su concierto con la canción Hasta que se haga costumbre, con la que se suma a la revolución que exige el trato digno a las mujeres y su presencia en la vida con plena libertad y justicia: “Vengan abajo todas las paredes / y arriba tu voz / sigue pa’ rriba / sigue pa’ lante / sigue dando de qué hablar / hasta que un día se haga costumbre / mujer, nuestra dignidad”.
Foto: Jusaeri
Yucatán es tierra de grandes compositores que le han dado prestigio a la música mexicana: Ricardo Palmerín, Guti Cárdenas, Pepe Domínguez, Armando Manzanero entre ellos. María San Felipe ya forma parte de esa rica tradición con su música y poesía, con un estilo actual, refrescante y la bella tesitura de su voz que abona importantes piezas a la buena música mexicana. Por si volvieras es un recital con el que se encuentra en gira nacional. Se ha presentado con gran éxito en Yucatán, Campeche, Chiapas y Oaxaca, y continuará por varios estados de la República.
Edición: Emilio Gómez