Opinión
Cristóbal León Campos
17/08/2025 | Mérida, Yucatán
La educación es un eje central de la transformación de las sociedades, a lo largo de la historia los sistemas educativos y, sobre todo, el currículo implementado por uno u otro gobierno, han reflejado el interés real del desarrollo social que las políticas públicas buscan. Por eso, en México, con el auge del neoliberalismo, en las últimas décadas la educación fue usada como instrumento de alienación, tanto para la (de)formación de ciudadanos moldeados al servicio del capital y enajenados de la vida política del país, como para implantar la ideología individualista y egoísta propia del capitalismo exacerbado, la cual divide a las comunidades y genera un desinterés general de los asuntos públicos, dejando libre el paso a la desarticulación de los derechos sociales y culturales del pueblo, ya que una mayoría de la población fue anestesiada para asegurar su dominación.
Hoy, con la Nueva Escuela Mexicana y sus postulados filosóficos y pedagógicos, vivimos una oportunidad de romper las cadenas del individualismo y egoísmo implantado por el neoliberalismo exacerbado durante gobiernos del PRI y del PAN, abriéndose una ventana para mirar diferente la educación y su papel en la sociedad, y así poder ir reconstruyendo los tejidos sociales y los derechos del pueblo, ahora, con base en la comunidad, en la colectividad y con el reconocimiento de la diversidad sociocultural que distingue a nuestro país, y en particular a nuestro Yucatán, pues la oportunidad histórica que tenemos con el gobierno estatal actual, es justamente la de generar un Renacimiento Pedagógico que cimiente estructuras nuevas a través de las cuales podamos rehacer todo lo que daba ser dejado atrás y renovado, superando estructuras socioeconómicas y culturales que persisten como un lastre que detiene la transformación propuesta y urgente para el bien de la sociedad.
Es en ese sentido, que, desde octubre pasado, al iniciar la presente administración gubernamental, nos dimos a la tardea de sumarnos al Renacimiento Maya de una forma activa y propositiva con la planeación y el desarrollo del Programa “Renacimiento Pedagógico”, nacido en la Dirección General de Desarrollo Educativo y Gestión Regional-SEGEY, bajo el liderazgo del doctor Hilario Vélez, y con un Colegiado Pedagógico conformado por docentes, administrativos, directivos, supervisores, coordinadores, académicos e investigadores de los diferentes niveles de educación básica, y con un diálogo permanente con la educación media superior y superior, pues la transformación pedagógica debe anidar en todo el sistema educativo, siendo el objetivo primordial del Programa “Renacimiento Pedagógico” el impulsar la implementación de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) en todos los centros escolares, comunidades educativas y de aprendizaje en estado, buscando la generación de pensamiento crítico y de propuestas de transformación educativa que reivindiquen al docente y a las comunidades.
Y para dicho fin, se idearon, de manera inicial, 20 Estrategias de Formación Continua dirigidas a las figuras directivas, docentes, administrativas y a las y los estudiantes, siempre con base en las realidades particulares de cada zona o región, para responder a la contextualización y territorialización que la NEM ha reconocido como un paso indispensable para conocer las problemáticas educativas y, a partir de ese conocimiento, generar proyectos y propuestas para comprenderlas y poder transformarlas en situaciones de aprendizaje común entre el magisterio y la comunidad. Por eso, el impulso puntual a la investigación, la escritura, la lectura de la realidad y la publicación de textos elaborados por docentes a partir de su propia práctica docente es de suma relevancia, y para lo cual ideamos, tanto la revista Utopía y Letras, como la gaceta Renacimiento Pedagógico, así como un proyecto editorial que dé la palabra a los sujetos educativos de manera directa.
Tras el paso de los meses, y con las primeras acciones realizadas, hoy interpretamos el Renacimiento Pedagógico como un movimiento educativo, cultural, epistemológico y filosófico en constante evolución, y con el sustento crítico de una mirada transformadora de la educación, cuestionando las viejas estructuras como el burocratismo y el autoritarismo de la “educación bancaria”, a la cual la NEM denuncia y combate suscribiendo el ideal de Paulo Friere, y postulando una nueva forma de propiciar comunidades de aprendizaje desde la horizontalidad, el dialogismo y la participación activa de todas y todos los sujetos educativos y comunitarios.
Así, el Renacimiento Pedagógico avanza, e irá anidando en otros niveles de la educación en el estado, como una estrategia para el desarrollo de la NEM y para lograr una educación de excelencia, crítica, comunitaria y propositiva ante las necesidades sociales. Apostamos sin vacilación por un renacimiento que dé pie a una educación transformadora para el bienestar de todas y todos.
Edición: Fernando Sierra