¿Vacunación, por quién empezamos?

M. Antonieta Saldívar Chávez*

La esperanza de controlar la pandemia ocasionada por el coronavirus SARS-COV-2 gracias a las vacunas disponibles en México, desde diciembre, reemplazará la preocupación por el COVID-19. Reflexionemos, pues, sobre las políticas de los países para distribuir las vacunas y sus criterios para elegir a los primeros en recibirlas. Es un tema crucial de gobernanza.

El Reino Unido es el primer país occidental en combatir el nuevo coronavirus al vacunar masivamente a las personas más vulnerables: con la inmunización de Margaret Keenan, de 90 años, arrancó su campaña contra el COVID-19.

En Estados Unidos, con 328.2 millones de habitantes (mdh), el Comité de su panel de expertos independientes, asesores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, recomendó vacunar primero al personal de salud por grupos diferenciados, luego a quienes atienden a ancianos en asilos; después a los trabajadores esenciales: cerca de 87 millones trabajan en agricultura, manufactura, aplicación de la ley, educación y fuerzas armadas, entre otros.

En América Latina, Chile, con 18.7 mdh, vacunaría primero a grupos de riesgo, personal de salud y enfermos, después a grupos etarios de mayor a menor. Brasil, con 210 mdh, vacunará en cuatro fases: primero, trabajadores de la salud, mayores de 75 años e indígenas, así como individuos con más de 60 años en asilos, después a las personas de 60 a 74 años, luego a quienes tengan comorbilidades (problemas cardiacos y diabetes), y finalmente se incluirá los profesores, funcionarios penales, reos y miembros de las fuerzas de seguridad y salvamento. Argentina, con 45.3 millones de personas, iniciaría en enero con los grupos de riesgo, personal de salud y fuerzas de seguridad.

México, con 126.2 mdh, anunció el martes pasado su política de vacunación para 2021 dividida en cinco etapas: en la primera, desde diciembre 2020 hasta junio de 2021, se inmunizará al personal de salud de primera línea frente a la pandemia; en la segunda, de febrero a abril del 2021, se atenderá al personal de salud restante e individuos con más de 60 años. La tercera, de abril a mayo de 2021 incluirá al grupo de 50 a 59 años. La cuarta, de mayo a junio de 2021, será para personas de 40 a 49 años. En la quinta y última etapa, de junio de 2021 a marzo de 2022, se vacunará al resto de la población.

Una propuesta de vacunación alterna es la de Jorge Rodríguez, de la Universidad Khalifa de Abu Dhabi a partir de un estudio bajo un modelo matemático: sugiere priorizar a las personas con más interacciones sociales como los empleados de los supermercados, restaurantes y gasolineras, por mencionar solamente a algunos, lo cual multiplicaría la efectividad de la vacuna al reducir las infecciones y la mortalidad tanto entre los vacunados como entre quienes contactan con ellos. Este criterio podría ser de aplicación local, como una política diferenciada en cada entidad federativa.

Yucatán tiene varias vulnerabilidades como región y ORGA ha señalado varias en colaboraciones previas. La población indígena maya debe considerarse como prioritaria en la vacunación contra el COVID-19 por su alta letalidad, las comorbilidades asociadas, condiciones de vida y acceso a la salud, entre otros factores. Hemos hablado de la doble vulnerabilidad en la zona: COVID y fenómenos potencialmente catastróficos, como los huracanes y las tormentas tropicales. A ese factor debe agregarse la población de la línea de costa y los efectos asociados con el cambio climático. Esto nos lleva a reflexionar que, en la toma de decisiones, hay que considerar otros factores presentes, como los sociales, culturales, económicos y ambientales.

* Académica del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y coordinadora de Vinculación y Difusión del Observatorio Regional de Gobernanza y Coordinación Social ante el COVID-19 (ORGA).

https://www.facebook.com/ORGACovid19  

[email protected]

Edición: Ana Ordaz