Violencia de género

Adriana Bautista Hernández
La Jornada Maya
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán

15 de diciembre, 2015

En estos días, Yucatán se ha puesto de moda, se ha vuelto “viral”; sin embargo, no ha sido a causa de un bello atractivo turístico, de esos que se desbordan en la península, sino a partir de la violación a los derechos humanos de las mujeres.

En nuestros encuentros de café, con amistades, en la plática familiar, en el autobús, escuchamos fuertes aseveraciones de que la igualdad de género se ha alcanzado, porque al mirar a tu alrededor el café lo sirven meseras y meseros, o porque tú o tus amigas trabajan fuera de casa remuneradamente o porque tu pareja te “ayuda” en la casa.

Sin embargo, lo cotidiano, las cifras y las realidades nos dicen otra cosa. El caso de la quinceañera agredida en Tahdziú, refleja cómo un representante de la Iglesia católica no considera a sus feligreses sujetos de derechos, ya que violentó de manera física y psicológica a la joven, vulnerándola en un espacio en el que consideraríamos el respeto como premisa máxima.

Existe un abismo entre lo que quieren y desean las y los feligreses de su Iglesia y los cánones que dicta la jerarquía católica. En la Encuesta de Opinión Católica realizada por la organización civil Católicas por el Derechos a Decidir en el 2014, se señala que del total de encuestados, el 53 por ciento refiere ir a misa en ocasiones especiales o nunca; y sí en tus quince años eres tratada de esta manera, cabría preguntarse si regresarías. Sobre la expectativa de cambio hacia la Iglesia, un 78 por ciento refiere que sí desean que el Papá haga algún tipo de cambio, especialmente en lo relativo a la normatividad interna y una mayor apertura en temas de sexualidad y familia. En resumen, la jerarquía dista mucho de lo que la Iglesia siente y piensa.

Las cifras son alarmantes, la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en México, señala que una de cada cinco mujeres entra en unión conyugal antes de cumplir los 18 años de edad. Esto puede transformarse en violencia familiar, embarazos a temprana edad y por tanto en embarazos de alto riesgo y/o deserción escolar. Amnistía Internacional señala que en México 6 de cada 10 mujeres son víctimas de algún tipo de violencia en el ámbito laboral, escolar, comunitario o en el espacio familiar. Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas señaló que diariamente ocurren 7 muertes de mujeres con presunción de feminicidio. Es una estimación, pues no se cuenta con un banco de datos que permita tener cifras reales y porque en muchas de las muertes de las mujeres que sí corresponden al tipo penal de feminicidio se registran de otra manera; por ejemplo, cuando una mujer es asesinada por su pareja, en lugar de calificarla como feminicidio, se arguye muerte por lesiones.

Tú, yo, nosotros, la sociedad, no debería quitar el dedo del renglón. El conocimiento y el acceso a los derechos humanos de las mujeres aún es una lucha que mujeres y hombres realizan desde varias trincheras. Si todos y todas nos sumamos, probablemente alcanzaremos la tan anhelada igualdad de género.

[email protected]