Turismo Alternativo

Juan Paulo Carbajal-Borges*
Foto: Fabrizio León Diez
La Jornada Maya

10 de diciembre, 2015

La actividad turística es relevante para la economía de nuestro país. Produce entre el 8.5 y el 8.6 por ciento de PIB nacional, de tal modo que no sorprende que México sea el segundo destino más visitado de América y el décimo a nivel mundial. Sin embargo, cada vez es más evidente que el turismo conlleva impactos negativos a nivel ambiental y social. Lo anterior sucede porque los beneficios de esta actividad no suelen repartirse de manera uniforme, sino que tienden a ser monopolizados por un sector minoritario de la población. Además, en muchas ocasiones, se favorece la industria turística sobre la normatividad ambiental causando desequilibrios ecológicos importantes que pueden poner en riesgo la misma actividad turística, por ejemplo, la urbanización de zonas naturales, la sobreexplotación y contaminación del agua, y los problemas derivados de los desechos sólidos.

Bajo este contexto, y gracias a la difusión del paradigma de la sustentabilidad como un asunto relevante a nivel mundial, ha surgido el concepto de turismo alternativo. Esta modalidad integra diferentes formas de turismo de “bajo impacto” para los ecosistemas y sociedades como el ecoturismo, turismo rural y turismo cultural. Las personas interesadas en esta actividad buscan experiencias únicas pero cercanas a la naturaleza y la cultura local. Además, el turismo alternativo surge como un modelo que permite la distribución más justa de los beneficios que genera, pues muchas de estas empresas son de economía social, las cuales se organizan bajo formas colectivas de toma de decisiones.

Inserto en este nuevo panorama, el 8 de diciembre del presente año, se presentó el Atlas de Turismo Alternativo en la Península de Yucatán, bajo la dirección de Ana García Fuentes del Cinvestav, unidad Mérida, y Samuel Jouault y David Romero, de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY; en donde, mediante un lenguaje cartográfico, se analizan la relación de las empresas de economía social con el proceso histórico de turistificación de la península, la economía local, la conservación, los tipos de oferta, los canales de comercialización y un análisis por regiones.

Este proyecto cuenta con un universo de 153 empresas sociales; las ubicadas en las regiones Norte de Quintana Roo, Cancún-Riviera Maya y Mérida-Costa Occidental son las que reportan mayores ingresos per cápita, entre 6 mil y 10 mil pesos al mes, mientras que el sur de los tres estados y oeste de Campeche sólo registran 500 pesos. Asimismo, llama la atención que las empresas que no han recibido subsidios generan mayores ingresos que las empresas que sí los han tenido. Por otro lado, la relación intrínseca entre la salud de los ecosistemas y el turismo alternativo se refleja en las actividades que ofertan. Por ejemplo, el avistamiento de fauna es ofrecido por 117 empresas y es la actividad central de 40 de ellas, mientas que 30 empresas ofrecen visitas a cenotes y para 19 de ellas es su actividad eje principal.

En términos de ocupación, entre el 2012 y 2013, las empresas encuestadas recibieron más de un millón de turistas; de los cuales, el 43 por ciento fueron internacionales. Aunque esta cifra sigue siendo marginal, es importante mencionar que la mayoría de los turistas que llegan a los destinos tradicionales (sol y playa) también están interesados en experiencias de naturaleza. La complementariedad entre ambos modalidades de turismo se advierte al considerar que es necesario el uso de aeropuertos, carreteras, transporte, hospedaje y operadoras turísticas; volviendo destinos como Mérida o Cancún una fuente importante de turistas potenciales.

Este atlas es una herramienta que permite comenzar a identificar tendencias para la toma más adecuada de decisiones del sector público, académico y de organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, hay que tener claro que es un primer acercamiento a la situación por la que atraviesan las empresas sociales de turismo alternativo. Por lo tanto, es necesario seguir aportando información para generar debates que permitan volverse una opción real de ingreso para las comunidades rurales y fomenten la conservación de nuestro patrimonio natural.

*Egresado de la maestría en ecología ambiental de la UNAM

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