La Jornada Maya
Ilustración Arbee Farid Antonio Chi
24 de noviembre, 2015
Llegamos al número 100 de [i]La Jornada Maya[/i]. Es resultado del arduo trabajo de un centenar de periodistas, colaboradores, reporteros, editores, diseñadores, repartidores, ingenieros en sistemas, expertos en redes sociales y entusiastas amigos de la sociedad yucateca que se han acercado a apoyar este prometedor proyecto. Pero sobre todo, el compromiso de los lectores del periódico impreso y de los visitantes de nuestro portal digital. Más allá de los números, en estas pocas pero intensas semanas hemos constatado la persistente obsesión de la sociedad yucateca por estar enterada del acontecer nacional y por leer noticias en el papel, fruto quizás de esta particular disponibilidad del tiempo en toda la península. El yucateco honra, así, el principio clásico de credibilidad del periódico impreso.
Con este número 100 también celebramos a [i]K’iintsil[/i], la hermana maya que ha despertado tanto interés entre los lectores que apuestan por la pluralidad cultural y extensión del lenguaje por medio del periodismo.
Esta labor de comunicación ha recibido el apoyo de periodistas colegas, funcionarios, intelectuales, políticos, escritores, músicos, campesinos, empresarios, unos con entusiastas apologías y otros con severas críticas que, en [i]La Jornada Maya,[/i] hemos tratado de seguir y obedecer para diseñar, sobre la marcha, un medio que responda fielmente a las necesidades informativas de la sociedad yucateca.
Esta compleja tarea nos ha permitido observar en carne propia (o en papel) la vieja inercia que ata a los medios de comunicación con las instituciones gubernamentales. A la muy comprensible resistencia original a un medio nuevo, se fue agregando esa fría negligencia de ver de lejos el gran esfuerzo de una empresa, como es [i]La Jornada[/i] junto con todas sus franquicias, esperando quizás que el peso del cruel mercado la haga desaparecer, aunque socialmente adquiera día tras día mayor arraigo y aceptación. No obstante, [i]La Jornada Maya[/i] se ha mantenido atenta y respetuosa de las actividades que abundan en medios burocráticos y públicos ya que, como se sabe, el gobierno y sus instituciones constituyen una de las principales fuentes de información del periodismo confiable que se busca construir. Con excepción de las instancias municipales de Mérida, las autoridades de organismos públicos estatales no han comprendido que la relación con los medios de comunicación está cambiando hacia una correspondencia profesional, no clientelar, donde se permite la libre expresión de las ideas mediante el apoyo financiero a través de la publicidad. No se trata de gratificar las complacencias de los medios, sino de replantear los criterios de reparto de un presupuesto que proviene de la participación de la sociedad y tiene el fin de regresar a ella con beneficios en el debate de los temas que le importan.
Como lo explica el editorial de [i]La Jornada[/i], el 19 de septiembre de 2014, en su 30 aniversario: “Hasta la fecha, el manejo discrecional y patrimonialista de los anuncios del sector público sigue siendo una amenaza para la subsistencia de los medios independientes y, por consiguiente, para la libertad de expresión y el derecho a la información. El ámbito institucional no ha comprendido que la comunicación social es una obligación y que los recursos destinados a ella son dinero público que debe ser distribuido en forma equitativa y proporcional entre los medios, al margen de diferencias o de disgustos por sus respectivas líneas editoriales”. Recuerda el mismo editorial que, cuando nació, este periódico tenía dinero para funcionar solamente cinco días... “Se actuaba, simplemente, en función del deber, y el deber era dar a luz una publicación cotidiana necesaria para el desarrollo político, social y cultural del país y para dar voz y tribuna a sectores de la sociedad que carecían de ella. Sin embargo, este diario cumple hoy tres décadas y en ese lapso se ha convertido en parte fundamental del panorama informativo de México...”
El principal capital de [i]La Jornada Maya[/i] sigue siendo la creatividad, día tras día, y la credibilidad en un periodismo objetivo que da lugar al libre pensamiento de todos los sectores de la sociedad yucateca. Ahora, en pocos meses de existencia, se suman a este enorme capital los lectores, suscriptores, seguidores y amigos que vigilan con aprobación exigente el trayecto de este nuevo medio de comunicación. En agradecimiento, anunciamos la próxima extensión de nuestro medio a Campeche, Cancún y Chetumal. Así queremos agradecer el valioso acompañamiento de todos nuestros lectores en estas 100 ediciones de[i] La Jornada Maya[/i].
Jueza adscrita al penal estatal de Chalco amplió a octubre la etapa del cierre de investigación
La Jornada
Unos 3 mil productores serán beneficiados con sistemas modernos y eficientes
La Jornada Maya
Robert De Niro recibirá una Palma de Oro honorífica en el evento
Ap / Afp
Amenazó con suspender bienes y salarios a los más de 10 millones de indocumentados
La Jornada