La etiqueta púrpura

Kálmán Verebélyi
Foto cortesía de la CNS
La Jornada Maya

Martes 20 de diciembre, 2016


-¿Dónde está la etiqueta del Puente de Unidad II?

-¿De qué color es?

-Por la “P”, debe ser púrpura.

-Hay verde, amarillo, negro. A ver. Púrpura no hay.

-Búscalo, debe de haber. Y espero que no seas daltónico y puedas distinguir el rojo del verde, la púrpura de café oscuro.

-Jefe, no se ponga así. No se mandó nada parecido a la etiqueta púrpura.

-Entonces, ¿de qué lana lo vamos a construir? El tiempo se está acabando, llámame al de la Federación y pregunta qué pasó. Pero a ustedes también les va a llevar la ch...., porque elaboramos presupuesto de ida y vuelta, de dinero entrante y saliente, y a ninguno de ustedes se le prendió el foco de alarma, nadie extrañó la etiqueta púrpura.

-Jefe, en estos tiempos de austeridad, de la caída de...

-Pen....das. Hay lana si se quiere que haya. Lo que me encabrita es cómo se les pasó a los diputados federales. Se les consiente para que velen por los intereses de Campeche, que chequen bien los números.

-Pero teniendo puruxistas en el Congreso de la Unión, puede pasar todo...

-Si hablas, sé claro, nombra al responsable.

-Pues, no sé bien, sólo son comentarios, pero la actividad de la ex rectora, los pasos dobles del que fuera de Desarrollo Social, como que...

-¿Qué? ¿Insinúas que trabajan para joder?

-Pues, no lo dije yo.

-Hijos de la perrada....

Y en ese momento un silencio profundo se posó sobre el recinto. Los cerebros presentes estaban trabajando para encontrar una salida de la situación que fue originada por la falta de la etiqueta púrpura. Se pidieron refrescos, tacos de cabeza, con algo de chile. El momento era de suma seriedad. Si no hay puente, la credibilidad del gobierno cae al suelo; no habría manera de explicar por qué endeudar al estado con 495 millones de pesos en obras que los envidiosos critican diciendo que sólo se harán para colocar la placa.

Todos, absolutamente todos estaban conscientes de la seriedad de la situación.

Y en aquel momento preciso cuando las mandíbulas, los dientes estaban concentrados en mascar el bocado de taco de cabeza, llegó la noticia:

-¡Jefe, jefe! ¡Fue error de la tecnología!

-¿Qué?

-Lo de la omisión de la etiqueta púrpura. Mejor dicho, nunca se omitió, pero cuando pasaron por fax los datos, en el rubro de la etiqueta púrpura se corrió la tinta y los diputados interpretaron “fuente” lo que en el original decía “puente”, y como el monto les pareció excesivo lo redujeron, y como tampoco se podía leer para dónde se iba a hacer, destinaron el dinero para Los Pinos, donde habrá una Fuente de Unidad, con luces y sonido, parecido al que tenemos en la calle 8.

-Es bueno saber esto, pero seguimos en la misma. ¿De qué se va a construir este chin... puente?

-Jefe, solución hay para todo. Y para financiamientos abundan las opciones.

-¡Explícate!

-Es algo complejo. Habremos de pedir la autorización del Congreso para solicitar un endeudamiento adicional de mil 200 millones.

-Si loco estuviera...

-Espere, se lo explico. Existen bancos que dan financiamientos a largo plazo sobre obras de beneficio social, y el Puente de la Unidad II entra en este concepto, y lo que piden es un aval. El aval puede ser el gobierno federal, Pemex, o una concesionaria que en el futuro tendría lo derechos sobre el cobro del peaje, con lo que iría pagando poquito a poco la deuda adquirida por el estado.

-No creo que haya loco que lo quiera hacer.

Y en ese instante se abrieron las puertas y entraron varios señores vestidos de traje gris oscuro, encorbatados todos. Y todos traían un folder negro, y en su interior una solicitud.

Y aunque no lo crean, así fue. Y mañana martes o el miércoles, será aprobada la iniciativa del Ejecutivo en el Congreso.

San Francisco de Campeche