Renacimiento mexicano

Pablo Muñoz Pérez*
Foto: Elizabeth Himes Sicilia
La Jornada Maya

Viernes 14 de octubre, 2016

A lo largo de la historia, diferentes culturas han legado sus conocimientos ancestrales, quizá para transmitir las formas en que conseguían alcanzar momentos de dicha y los métodos para lograr hacer que esos momentos de la vida en que parece que alcanzamos la felicidad, se sostengan y se prolonguen.

Quizá nos los heredaron para proporcionarnos preceptos que, integrados a nuestra estructura de pensamiento, pudiésemos concebir lo que ilumina la vida, lo que es verdaderamente importante en cada una de nuestras experiencias.

Pero en ese proceso, también ha habido quien malinterpreta o deliberadamente trastorna los conceptos y los usa de manera inadecuada o mercantil. En el caso de la Yoga, esta sabiduría ha sido eclipsada por la superficialidad de falsos "neo gurús", enaltecidos por algunos medios de comunicación que instalan una serie de dogmas, alejando al espectador por completo del verdadero significado de la Yoga.

En principio la Yoga no debe tener gurúes, pues es sabiduría en sí. Existen maestros, sí, que resguardan y transmiten el vasto legado de esa filosofía que no le pertenece a nadie, pero no con el fin de confundir y engrandecer su ego; pues el “maestro” no puede ofrecer mejoría a ninguna persona, dado que la Yoga se trata de un trabajo sólo del interior.

La Yoga no debe verse como una moda pasajera, de altos costos y accesible sólo para unos pocos, debe estar al alcance para cualquiera. Tampoco se le puede tratar como un asunto tan superficial como el “fitness”. Hablamos de la más profunda conexión del el alma y el cuerpo con el gran contenido mental del universo.

El concepto clave de la Yoga es la comprensión de que el universo es mental; esa es la base de una filosofía que integra nuestras vidas y al de miles de personas que hoy viven disfrutando del gozo de saber interpretar la realidad desde esta óptica: la mente es un continuo de la experiencia; la mente tiene el poder de realizar cambios en el entorno, a través de actos de voluntad. La mente transmuta la experiencia material; es el sueño materializado.

Los conceptos de futuro y pasado son creaciones que existen solamente en nuestro pensamiento; sin embargo, tenemos el potencial de vivir el presente con intensidad, en armonía con el cosmos. El pasado es una acumulación de experiencias que se encuentran vivas en nuestra memoria; gracias a ellas nuestros pensamientos proyectan ideas que crean la percepción de la existencia de un tiempo futuro; pero es el momento de recordar, en sintonía con los antiguos sabios, la importancia de difundir de manera masiva el despertar de la conciencia de la humanidad, para develar algo muy sencillo: el secreto de la felicidad se encuentra dentro de nosotros mismos. Hoy es momento de compartir libremente conocimientos que pueden ayudar al alma colectiva a encontrar el camino para alcanzar sus sueños.

Nos reconocemos como pertenecientes a la generación de los renacentistas de la conciencia humana, por ello los últimos años hemos llevado esta filosofía a cientos de beneficiarios a nivel nacional, a través del movimiento social Karma Yoga Movement y la Fundación Kevala IAP, cuyos programas están diseñados para transmitir modelos de salud integral en zonas vulnerables, donde pretendemos contribuir en la reeducación sobre cómo percibimos nuestra experiencia en la vida.

Promovemos las clases de Yoga, a cambio de donativos de árboles y la convocatoria a sembrarlos; o a la donación de víveres para llevarlos a zonas donde más se necesitan. El yoga no termina con la práctica física, esa es sólo la preparación para una forma de vida de servicio al otro. Es la búsqueda de un corazón cristalino para entregarlo al prójimo y tratar de cambiar y ser mejores juntos. Hoy renace la Yoga, hoy tenemos al alcance una nueva forma de Ser.

Mérida, Yucatán.

* [b]Integrante de Renacimiento Mexicano y Karma Yoga Movement[/b]
[b][email protected][/b]