Tiempo de acuerdos

Texto y foto: Fabrizio León Diez
La Jornada Maya

Jueves 13 de octubre, 2016

En la secundaria "José Inés Novelo", se escribe en una máquina Olympia SG3, un modelo alemán de clásica máquina de escribir de los años 80 con un pesado riel de acero, que utilizan los alumnos en la materia de ofimecánica para redactar cartas y memorándums.

En contraste a los tiempos digitales, los estudiantes luchan con el abecedario en un teclado rudimentario, pero que fue la madre de las [i]laptops[/i] que ahora reciben como parte del programa Fortalecimiento de Aulas Digitales de la Secretaría de Educación de Yucatán (Segey), de manos de Víctor Caballero Durán, quien, en un ceremonia posterior se encontró con su invitada, la alcaldesa Alpha Tavera, quien agradeció haber sido incluida por primera vez en un acto oficial.

Fueron 135 computadoras para 15 escuelas de Valladolid, con la idea de llegar a 80 mil al término del actual gobierno, en todo el estado. Prácticamente una por alumno de secundaria. Ahí, el titular del ramo, Víctor Caballero Durán, encabezó la ceremonia de entrega y prometió la instalación de un domo, de los 500 que se construirán, porque “sabemos que las escuelas tienen muchísimas necesidades de infraestructura”, y este plantel será una de las 166 escuelas consideradas en una restructuración al cien por ciento, aseguró.

Esto no lo oyó la alcaldesa Alpha Tavera, porque no llegó a la ceremonia, pero se enteró y al siguiente acto oficial, en el que se entregaron pelotas para futbol, en la cuarta edición del programa "Un balón para ti", también iniciativa de la Segey con el Club Venados F.C., platicó con Caballero Durán, agradecida de haber sido invitada por primera vez a una visita oficial. Le confesó que ella ya había hecho gestiones para el domo y que tendrían que ponerse de acuerdo, para no hacer un doble gasto o esfuerzo. Y así fue; por primera vez, un funcionario -y ex líder priísta- llegó a un acuerdo con la alcaldesa que proviene de Morena, quien encabezó la disidencia magisterial en el oriente del estado.

“Me da mucha alegría que nos tomen en cuenta. Después de las elecciones hay que hacer a un lado a los partidos; ya no siguen esas fracturas, sino el beneficio sin ideología. Terminadas las campañas, hay que servir y lo que termina es la lucha partidista”, afirmó Alpha Tavera, mientras el secretario participaba junto a los jugadores de Venados y decenas de niños en una ronda de penaltis. Ahí le tocó hacerla de portero. “Quien es mejor portero, es el gobernador”, señaló más tarde.

Había un joven que dominó el balón durante los 40 minutos en que se realizó la ceremonia. Hipnotizó a los presentes mientras el presidente del Club Venados, Rodolfo Rosas Cantillo, resumía su emoción diciendo que el balón de futbol tiene como función “divertir, solo diviértanse, ese es el principio”.

Una hora después, en un céntrico restaurante de Valladolid, previo al regreso, los periodistas bebían agua de chaya y limón, cuando se acercó a saludar Víctor Caballero. Sin protocolo ni grabadoras, rememoró cuando le tocó dirigir a su partido en los momentos en que “no había nada”. Habían perdido las elecciones y tenían que partir de cero. En esos momentos, entró a la recepción Lizandro Lizama Garma, el eterno líder de los trabajadores electricistas (Suterm), acompañado por seis de sus allegados, mal encarados. En breve se dirigió al secretario de Educación y en claves de miradas recordaron aquellas alianzas.

“Ahora voy a las escuelas y veo a los maestros, padres de familia y estudiantes. Escuelas donde me afirman que nunca ha ido el secretario y donde me doy cuenta que lo más importante es que los jóvenes no deserten de sus aulas y las computadoras son un atractivo; las tienen en comodato y cuando terminan, se quedan con ellas”.

En Día de la Raza, y a un año de haber asumido el cargo, Caballero Durán y Alpha Tavera se encontraron. Aquella disidencia magisterial todavía existe y está a la expectativa; ambos lo saben. Todavía no son tiempos electorales para medir fuerzas, pero lo que hace la tecnología y las coincidencias, mientras platicaban sonrientes y amables, al chat de reporteros llegaba la imagen donde también sonrientes, el alcalde panista de Mérida, Mauricio Vila, departía con el diputado del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, en el Remate de Montejo.

Día de la Raza, de entrega de balones y computadoras a estudiantes que usan, todavía, viejas máquinas para escribir cartas a los Santos Reyes, en los que, seguramente, ya no creen.