Nabucco

Juan A. Xacur M.
Foto: seattleopera.org
La Jornada Maya

Giuseppe Verdi (1813-1901) es quizá el compositor de ópera mas emblemático de Italia, tanto por su famosa obra [i]Nabucco[/i] (con letra de Temistocle Solera) que se convirtió en un himno patrio cuando la unificación de Italia, como también porque el apellido Verdi se hizo acrónimo de [i]Vitorio Emanuelle Re D´Italia[/i].

[i]Nabucco[/i] se estrenó el 9 de marzo de 1842, momento en que Italia, dividida entre España y Austria. La letra recordó a los italianos su patria perdida y se hizo muy popular, adoptándose como himno alterno. Al igual que aquí en Quintana Roo tenemos la pieza de Ricardo Ceratto, [i]Suéñame Quintana Roo[/i].

El coro mas conocido de Nabucco dice asi:

[i]¡Vuela pensamiento, con alas doradas, [/i]
[i]pósate en las praderas y en las cimas[/i]
[i]donde exhala su suave fragancia[/i]
[i]el aire dulce de la tierra natal![/i]
[i]¡Saluda a las orillas del Jordán[/i]
[i]y a las destruidas torres de Sión![/i]
[i]¡Oh, mi patria, tan bella y abandonada![/i]
[i]¡Oh recuerdo tan grato y fatal![/i]
[i]Arpa de oro de los fatídicos vates,[/i]
[i]¿por qué cuelgas silenciosa del sauce?[/i]
[i]Revive en nuestros pechos el recuerdo,[/i]
[i]¡Háblanos del tiempo que fue![/i]

Y es que la música es un arte enteramente distinta de las demás, como la pintura, la escultura, la arquitectura e incluso la literatura y el teatro, ya que se desarrolla en el tiempo y va directamente al sentido del oído. La música vive en el tiempo, las demás en el lienzo, la pared o la piedra. Cierto es que el teatro, la literatura y la poesía se tienen que representar para que tengan todo su sabor, pero se pueden leer con facilidad; en cambio la música se tiene que tocar para poderla captar en toda su magnificencia.

Y el arte influye en todos y en todo. Hay artes para artistas solitarios, como la pintura, la escultura, la poesía, pero la música es mejor en grupo. De ahí los coros y los conciertos y la sinfonías y todas sus variantes que son para conjuntos bien entrenados y puestos de acuerdo. De ahí el término con-cierto, concertado, de acuerdo.

Italia, Francia, México mismo, y Quintana Roo no es la excepción, han dando grandes artistas individuales en la pintura como Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, Jacques David, Diego Rivera, Elio Carmichael, Marcelo Jiménez, entre otros.

Pero hay países como Alemania en que se les da mas la música y hasta el día de hoy hacen concursos de coros y música hasta en el poblado mas pequeño. Los latinos (italianos, franceses, mexicanos) se nos da mas el arte del individuo. A los teutónicos (alemanes) les gusta mas sentirse parte de un todo y así funcionan mejor. Prueba de ello es que por ejemplo, en fútbol, Italia tiene grandes delanteros, como los tenemos en México, son figuras personales, sin espíritu de equipo. Los alemanes tienen muy buenos equipos y casi ninguna estrella individual.

Los ejércitos alemanes actuaban maravillosamente acordados como un todo, y en cambio los latinos tenemos héroes individuales.

Es así como el arte influye en la vida, o en la forma de vivir.

Aquí en Chetumal, hay muchos empresarios solitarios, pocas sociedades. Hay muchos pintores, pocas orquestas. Sin embargo, vienen cantantes nacionales o internacionales y todo el auditorio se pone de pie para cantar a coro demostrando la enorme influencia de los medios de comunicación. Se trata de momentos aislados, masificaciones, no arte propiamente dicho.

De Chetumal sí han salido músicos de talla internacional, como Javier Torres Maldonado, compositor nativo que vive en Milán, dando clases en los mejores conservatorios y ganando premios constantemente por toda Europa. Pero tuvo que emigrar, al igual que la soprano Laura Chan y el tenor Luis Montero, porque aquí sencillamente impera la pintura sobre la música. El individuo sobre el conjunto. Lo cual no es bueno o malo, simplemente es como somos. Y claro, se refleja en todos los actos de nuestra vida.

Si hubo grupos, pequeños, de tres como Los Chenchos, populares en la segunda mitad del siglo XX, y hay muchos compositores que hacen baladas, pero no hay coros, no hay orquestas. Somos más pintores que músicos. Mas individualistas. En política también.

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