Antes y después de Internet

Jorge Carlos Canto Esquivel
Foto: AP
La Jornada Maya

Mérida
13 de abril, 2016

Hace ya algún tiempo que distingo dos grandes divisiones entre la gente que me rodea: los AI (antes del Internet) y los DI (después del internet). En las áreas del conocimiento relacionadas con la tecnología, en realidad en todos los ámbitos, ha causado un impacto a considerar.

Hace algunos días escuchamos que jóvenes talentosos han logrado ocupar lugares importantes en concursos de robótica. Esto no es novedad en México y qué bueno que empecemos a acostumbrarnos.

Los jóvenes que rondan los pasillos de nuestras universidades rondan entre los 18 y 23 años. Digamos que todos son de la generación DI, esto hace que la robótica sea un tema cotidiano en los ámbitos relacionados con la tecnología, y en las áreas que no es el tema principal, no les es desconocido. Tenemos robots en la medicina o en la construcción, sólo por nombrar unos ejemplos. Además de las cualidades de trabajo en equipo, capacidad de solución de problemas, procesamiento cognitivo, autoestima, capacidad de logro, pensamiento crítico y concepción del bien común, que estoy seguro que los jóvenes ganadores de estos concursos seguramente presentan como características inherentes a sus perfiles, se debe encontrar un interés infantil por la robótica. La comprensión de nuestro mundo a través de los ojos de un DI no es igual al mundo que venimos construyendo los AI desde los inicios de nuestra formación básica, lo que hace que la robótica se vuelva hoy un juego de niños.

En el estado se han presentado muchas iniciativas que he observado con agrado en el nivel básico de nuestra educación; iniciativas desde escuelas primarias particulares, asociaciones civiles o inclusos clubes de aficionados. Lo interesante es que todas son llevadas a cabo por DI y financiadas o promovidas por AI, pero nunca operadas por estos últimos.

Es decir, los procesos cognitivos de un niño para la asimilación de los principios básicos de la robótica se vuelven tan simples que su desarrollo mental para la solución de problemas de ingeniería se convierte en el manejo simple de la lógica; de su lógica.

No sólo vemos superados los procesos cognitivos, sino también los sicosociales, los emocionales y de capacidad de logro; logros que de quienes decimos “en mi época no había Internet”, todavía quedan un poco borrosos en muchos casos.

El éxito de estos jóvenes deben ser noticias más discutidas por toda la población y los medios. En nuestro estado existe talento en todas las áreas tecnológicas y se está prestando atención en el proceso técnico, con amplias oportunidades de enseñanza en dichas áreas. Los AI están aportando lo que consideran a ellos les funcionó; los DI necesitan espacios libres de expresión técnica, humanitaria, social, sicológica, médica, biológica, ética, legal e informática para poder impulsar la robótica; entre muchas otras que los que se comunican por redes sociales en vez de teléfonos fijos han comprendido es la carretera para el éxito.

Antes del Internet, los países desarrollados eran muchas veces medidos y monitoreados de acuerdo a su capacidad industrial. Hoy en día, uno de los indicadores más importantes es la cantidad de robots en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana, desde los robots domésticos hasta los industriales.

Muchos países están trabajando en sus niños para la asimilación de la robótica. Quien sabe lo que siembra nunca se preocupa de la cosecha. Es momento de incluir a jóvenes y niños de nuestro estado en la participación del desarrollo de la robótica, la informática y las especialidades económicas, éticas, sociales y biológicas que se vean relacionadas con ellas. La robótica no sólo es un asunto técnico, es un asunto de niños, un asunto de antes de ingresar a una carrera. Utilicémosla como una herramienta para el proceso enseñanza-aprendizaje; los jóvenes maestros e instructores con métodos DI tienen una noción mejor de cómo acercar a las nuevas generaciones de pantallas táctiles, que nosotros que todavía copiábamos de nuestras planillas.

Enhorabuena para los jóvenes mexicanos que ponen en alto el nombre de nuestro país. Estoy seguro que existe más de un yucateco que pronto saldrá en ese cuadro de honor.

[b]@jorgecce[/b]