Candidaturas ciudadanas

Fernando Molina Ortiz Monasterio
La Jornada Maya

15 de marzo, 2016

Una enorme cantidad de mexicanos estamos hartos de la partidocracia, de la corrupción, la impunidad, la desigualdad, los abusos, el dispendio, la inseguridad y la falta de legalidad. Esa es la premisa básica del nuevo ensayo de Jorge Castañeda –autor prolífico, ex canciller con Fox, promotor de diversas iniciativas de política pública, mediático polemista y ahora aspirante a convertirse en candidato ciudadano independiente a la presidencia en 2018– como se establece en un librito que se titula Sólo así y que vale la pena leer.

El panorama para la elección presidencial de 2018 es complicado. El PRI aspira a conseguir cuando mucho 30 por ciento de los votos a partir de su voto duro y –como de costumbre– a billetazos, con el contubernio del Partido Verde y quizá algún otro. El PAN aspira a obtener más del 25 por ciento y hoy, su mejor carta (para efectos electorales). pareciera ser Margarita Zavala, que amenaza con irse por la libre como “independiente” si no le dan la candidatura. A panistas y no panistas se les olvida que fue parte del círculo más cercano de Calderón y, por tanto, corresponsable de las políticas y resultados de su gobierno, ningún dechado de pureza por más que fue discreta, y que siempre será panista y calderonista. El PRD sigue sumido en sus divisiones internas y perdiendo terreno, aspirando quizá a alcanzar 10 por ciento de los votos con Mancera o algún otro candidato que no alcanza a perfilarse o, bien, sumándose al Peje con Morena, para no caer en el olvido. Finalmente, por más alardes que haga, AMLO es tan parte de la partidocracia como el que más y al día de hoy no parece llegar a 25 por ciento de las preferencias electorales si va solo.

Así está la cosa con los partidos. Ahora viene el tema de las candidaturas ciudadanas independientes, de candidatos sin partido. Diversas encuestas y comentaristas señalan que su posibilidad de triunfo depende fundamentalmente de que haya una candidatura única y fuerte, porque eso permitiría canalizar el hartazgo ciudadano y restarle muchos votos a los partidos, razón por la cual todos dicen apoyar las candidaturas independientes pero le temen a una candidatura única más que al mismísimo satanás. Una votación fragmentada en varias candidaturas independientes daría al traste con el objetivo de derrotar a la partidocracia y sólo les haría el juego a los partidos.

Además de un candidato único a la presidencia, se requieren candidatos de la sociedad civil a todos los puestos de elección popular –sin vínculos partidarios, con reconocimiento social y mediático, capaces de conseguir el apoyo popular– pero, también, es indispensable la configuración de una agenda que le dé soporte, plataforma y programa a los candidatos independientes de la sociedad civil. El gran reto es conformar una agenda ciudadana que tenga como base el combate a la corrupción y la impunidad, el respeto a los derechos humanos, la promoción del desarrollo económico y social, la reducción de la desigualdad y el restablecimiento de la legalidad, la seguridad y el estado de derecho. Hoy en día ningún partido puede hacerlo.

El asunto es cómo lograr que la sociedad civil, y en particular las organizaciones de todo tipo y sus miembros y dirigentes, se sumen a este movimiento y propongan en todo el país candidatos a diputados locales y federales, senadores, asambleístas, presidentes municipales y gobernadores.

Las organizaciones de la sociedad civil tienen a la gente más preparada, más comprometida, más conocedora de los problemas y de las necesidades de la sociedad, y podrían hacer una enorme contribución si llegan, por ejemplo, al poder legislativo e inciden en la definición y cambio de las políticas públicas, o lo hacen desde cualquier otro puesto de elección. Cambiaría el país.

La cancha no está pareja por muchas razones, principalmente porque los mismos partidos se han ocupado de que así sea poniendo trabas y requisitos excesivos para el registro en casi todos los estados. Los candidatos independientes no tienen financiamiento del INE (que pagamos todos), ni infraestructura y aparato partidarios, ni publicidad y spots gratuitos, pero pueden tener algo mucho más importante: legitimidad, honestidad y apoyo ciudadano.

Jorge Castañeda estará en Mérida hoy martes 15 de marzo –a las 11 de la mañana en la Universidad del Mayab, a las 4 de la tarde en la Universidad Marista y a las 7 de la noche en la Feria del Libro en el Siglo XXI–, donde presentará sus propuestas para conformar una agenda ciudadana. Vale la pena asistir y participar como ciudadanos independientes.

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