Año internacional de la luz

Tabacón B. Linus
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

8 de febrero, 2016

En los eventos y anuncios por la clausura del [i]Año Internacional de la Luz[/i], el funcionario estrella –obvio, aparte del Gobernador Rolando Zapata– fue el Dr. Raúl Godoy, flamante Secretario de Investigación, Innovación y Educación Superior (SIIES). Esto tiene varias implicaciones para la [i]realpolitik[/i].

Si no se hubiese creado esta nueva dependencia (la SIIES), el invitado de honor, el funcionario que hubiera estado en presídiums, los saludos y discursos, hubiera sido Víctor Caballero, Secretario de Educación del estado. La creación de la SIIES le cortó a la antigua Secretaría de Educación estatal el lado glamoroso del sector educativo: la ciencia, la innovación, los eventos internacionales, los resultados tecnológicos que impactan y que hablan de la transformación económica de fondo.

Mientras Raúl Godoy se codeaba con los científicos globales y los premios Nóbel, Víctor Caballero estaba metido en el lío de los calendarios escolares y si este lunes sería feriado o no, si habría puente escolar por el martes de carnaval o no. Mientras un funcionario proyectaba a Yucatán como centro científico y de innovación económica, el otro tenía que lidiar con temas más afines o asimilables a las obligaciones de un mega-director de escuelas primarias y secundarias. Esto, lo repetimos, tiene consecuencias en la proyección y posicionamiento de uno de los políticos pertenecientes al círculo más íntimo del poder en el estado, un aspirante natural a continuar su carrera más allá del 2018.

El Secretario de Educación tiene frente a sí el enorme reto de vincularse con las nuevas generaciones, con el sector económico y con el futuro productivo del estado, sin disponer ya del espacio natural que el sector educativo daba antes de la creación de la SIEES. No está fácil.

Habrá que esforzarse mucho para no terminar siendo el secretario de la educación rutinaria, el de los horarios, pruebas de evaluación, jaloneo con el magisterio y resultados poco vistosos y siempre controversiales entre padres de familia. No es lo mismo hablar de miles de escuelas primarias o secundarias remodeladas, que tener a mano el juguete del Parque Científico y Tecnológico que hasta el presidente de la República visita. Los dos temas son trascendentales, pero no ganan los mismos espacios y encabezados en los medios de comunicación.

La respuesta a ese reto reside quizá en la educación media-superior, es decir en las preparatorias y bachilleratos. Ahí precisamente es donde Víctor Caballero puede construir su enlace con los jóvenes (los que votan o votarán muy pronto), con los sectores económicos, las nuevas empresas de inversión extranjera y hasta el monopolio del transporte.

La ciencia y la tecnología en los niveles superiores y de posgrado son vistosas; sin embargo, según la OCDE, dónde se está dando la batalla por la vinculación efectiva entre educación y producción, es en la educación que se imparte después de los 11 primeros años de escolaridad (2 años de pre-escolar, 6 de primaria y 3 de secundaria), esto es, en el nivel medio superior. En ese nivel educativo, es donde con programas innovadores, algunas ideas originales y mucha gestión, Víctor Caballero puede reencontrar el brazo político y mediático que le cortó la creación de la SIIES. En la política educativo-laboral de prepas y bachilleratos, él puede recuperar el brazo esencial para mantenerse a flote y vigoroso en la carrera.

[b][email protected][/b]