Ayer, Hoy, y Mañana: Populismo versus Liberalismo (III)

Eduardo del Buey
Foto: Reuters
La Jornada Maya

Miércoles 28 de noviembre, 2018

“El 14 de noviembre la facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Valle de México en Mérida me invito a dar una conferencia magistral sobre el populismo que aquí se reproduce:

En su último libro [i]How Democracies Die[/i], los profesores de Harvard Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, han producido un modelo para identificar a candidatos autócratas y populistas.

Su modelo consiste de cuatro puntos:

1. ¿Rechaza el candidato las reglas democráticas del juego?

2. ¿Rechaza el candidato la legitimidad de sus contrincantes?

3. ¿Apoya el candidato llamadas hacia la violencia?

4. ¿Está el candidato preparado a reducir las libertades civiles, incluyendo medios de comunicación libres y profesionales?

Desde su llegada a la política Donald Trump ha cumplido con estos cuatro puntos y dos más que añado yo:

5 ¿Identifica el candidato a enemigos a quien se pueda culpar de los problemas de la sociedad?

6 ¿Promete el candidato ser el único a tener soluciones para todos los problemas sin identificar como los va a resolver?

Vamos punto por punto.

Primero, durante la campaña Trump dijo que había mucho fraude electoral en los Estados Unidos y que reconocería los resultados de la elección sólo si él ganaba. Dijo que había 3 millones de electores ilegales y así fue que obtuvo Hillary su ventaja en el voto popular.

Desde que empezó su campaña, Trump acusó al FBI y a la CIA de trabajar en contra de sus intereses, y dijo no creer en los informes que recibía de la CIA con respecto a la interferencia rusa en las elecciones del 2016. Deslegitimizar a las instituciones claves de la seguridad estadounidense fue un ataque en contra de las instituciones democráticas y el profesionalismo, prefiriendo sus propias mentiras a los hechos comprobados.

Segundo, durante toda la campaña insultó a todos sus contrincantes, llamando a Hillary Clinton “crooked Hillary” y exigiendo junto a sus seguidores que la encarcelaran. El grito de “lock her up” (enciérrala) sigue en cada una de sus ralléis hasta el día de hoy.

Es más, sus mítines hacen recordar a los grandes mítines de la Alemania nazi o de la URSS.

Tercero, durante su campaña y hasta el día de hoy, hace un llamado a la violencia en contra de sus dizques enemigos. Solo la semana pasada exigió que las fuerzas armadas de EU usen armas letales en contra de las caravanas que proceden de México y América Central - aunque las caravanas se encuentran aún a mil kilómetros de la frontera y están compuestas en su mayoría de mujeres y jóvenes.

Cuarto, y desde el comienzo de su campaña y hasta el día de hoy, se refiere a los medios de comunicación como fake news (noticias falsas) cuando reportan la verdad y sacan a la luz del día sus mentiras - calculadas en más de 7,000 desde que empezó su presidencia como lo ha calculado el Washington Post. Trump amenazó a Jeff Bezos, el dueño de Amazon.com y del Washington Post, con investigarlo por delitos financieros si seguía atacándole ese periódico. En cada uno de sus mítines Trump acusa a los medios que le cubren y les amenaza con violencia.

Con respeto al quinto punto, sus primeras palabras en el lanzamiento de su campaña en junio del 2015 fue que los mexicanos eran unos violadores y asesinos, y que se tenía que prohibir la entrada a EU de musulmanes, terroristas todos.

En lo que concierne el Sexto punto, prometió eliminar al estado islámico en 30 días (ese grupo terrorista sigue funcionando en muchas partes del mundo), reducir la deuda (ha subido mas de un trillón de dólares desde que llego a la Casa Blanca), y amenazó con sacar a EU del TLC (que fue renegociado con relativamente pocos cambios). Sus promesas son exageradas, y nunca dice como las va a financiar ni parece estar dispuesto en escuchar argumentos que no vayan a su favor.

¿Y qué papel juegan los medios en todo esto?

En su último libro How Democracies Die Levitsky y Ziblatt, reconocen que las cuentas de TWITTER de MSNBC, CNN, CBS, y NBC (todos contra Trump) mencionaron a Trump dos veces más que a Hillary Clinton durante la campaña. Calculan que Trump disfrutó de $2 mil millones de publicidad gratis durante la campaña gracias a la obsesión de los medios de comunicación de buscar ratings sobre veracidad. Así, los medios contribuyeron al éxito de Trump a pesar de que el sólo mentía. Hasta el día de hoy, CNN paga a seguidores de Trump para que salgan en sus programas y crean las discusiones que suben a los ratings de esa red pero que también le dan una plataforma creíble a Trump para seguir compartiendo sus mentiras y prejuicios.

[b]¿Y sus contrincantes?[/b]

Los demócratas no supieron crear mensajes sencillos y fáciles de comprender por un público poco sofisticado. No supieron elegir a un o una candidata que pudiese conectarse con el elector. No supieron cómo hacer campaña ni a llevar sus mensajes a estados claves para el Colegio Electoral - algo que le dio al final gran ventaja a Trump ya que, a pesar de ganar 3 millones de votos menos que Clinton, pudo capturar la mayoría de votos en el Colegio electoral”.

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