El PAN y sus incapacidades

Hubert Carrera Palí
Foto: Fernando Eloy
La Jornada Maya

Martes 27 de noviembre, 2018

El vergonzoso espectáculo que se presentó el pasado jueves en el salón de sesiones del Congreso del estado tiene muchas lecturas; no obstante, en mi opinión, la más deplorable es la actitud asumida por los diputados panistas. Sí, ese grupito de seis individuos que en su desesperación de no representar ninguna fuerza han asumido una estrategia perversa de confrontación, de encono, de enfrentamiento, y ese día lograron su cometido de “reventar” la sesión gracias a la miopía y torpeza política del legislador perredista Luis García Hernández.

Para comenzar, el tema que dio origen a este desaguisado ni siquiera era propio del Congreso por tratarse de la máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), institución educativa autónoma, pero en el supuesto de que sea real la preocupación de la bancada panista de defender las causas de los estudiantes, ¿a qué venía ese discurso plagado de calificativos peyorativos en contra de la rectora? ¿Será porque es esposa del presidente de la Junta de Gobierno y Administración, Ramón Méndez Lanz, y de paso, fieles a su costumbre, arremeten en contra del gobernador?

¿No bastaba con hacer la denuncia de supuestas afectaciones económicas a estudiantes y docentes por el cambio del logotipo de la UAC? ¿Era necesario aderezarlo con calificativos ofensivos? Por si no fuera suficiente, los panistas asustan con el petate del muerto, pues hasta ahora no hay una sola evidencia de que los estudiantes que no compren uniformes con el logotipo nuevo vayan a ser sancionados o dejados fuera de clases, como categóricamente aseguró el polémico diputado Merck Estrada. Entonces, ¿de dónde vino la primera falta de respeto?

No hubo respuesta de los priístas. Quizá ya entendieron que la estrategia panista es hacer escándalo para salir en primeras planas, pero nunca falta un acomedido y ése fue el perredista García Hernández, quien subió a hacer exactamente lo mismo que los panistas Merck Estrada, Biby Rabelo y Jorge Nordhausen: señalar con descalificativos y en estos incluyó al extinto senador Jorge Nordhausen González, y ahí se vino lo que ya todos sabemos.

La actitud belicosa de los panistas se resume en la amenaza que Jorge Nordhausen Carrizales pronunció contra a Ramón Méndez Lanz, al acusarlo directamente en una actitud pendenciera, ¡pero sin prueba alguna!, de ser el culpable de la actitud del perredista. De ahí en adelante todo fueron amenazas y gritos histéricos de Nelly Márquez y Dolores Oviedo; el único que mantuvo la mesura fue José Inurreta Borges.

A la salida del recinto, un grupo de mujeres que son invitadas a todas las sesiones por los panistas, agredieron física y verbalmente al perredista cuando se retiraba. ¿Es ésta la nueva manera de hacer política de Acción Nacional? Esto es preocupante, pues cualquier persona que opine en contra de lo que hacen está expuesta a ser linchada. La situación puede salirse de control. ¡Cuidado con eso!

Parece que los panistas, al no tener la mínima fuerza política en el Congreso, donde ya su intento de alianza con Morena y el PRI fue rechazado y en consecuencia se han quedado prácticamente solos, ahora lo tratan de canjear con actitudes belicosas, sin trabajo legislativo, sin propuestas coherentes; sólo utilizan la tribuna para generar polémica y luego hacerse los indignados y agredidos.

Los diputados de Morena, salvo la doctora María Sierra Damián, no han caído en las provocaciones. Los priístas parecen entender que seguirles el juego es darles ese espacio que como fuerza política no tienen. Ojalá que el resto de los diputados, incluyendo a García Hernández, entiendan que no vale la pena darle jugada en asuntos de tan poca importancia. Al tiempo.

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