de

del

Eduardo Lliteras Sentíes
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Lunes 1 de octubre, 2018

La salida del PRI y de Rolando Zapata del poder se notó desde el primer día y en pocas horas, durante la toma de protesta del nuevo gobernador, Mauricio Vila Dosal. El aparato de seguridad no tuvo las habituales ostentosas y amenazantes dimensiones en ocasiones similares. El aparato policíaco se redujo sustancialmente, se vieron policías municipales fundamentalmente, los que fueron desplegados, inclusive en el techo de la UADY. Eso sí, rejas fueron colocadas a todo lo largo de la entrada del teatro Peón Contreras hasta la zona donde el Congreso del Estado –ese sí bajo control del PRI, aún- instaló un arco detector de metales y varias mesas con personal que se dedicó a cachear y abrir las mochilas y bolsos de los periodistas acreditados por el mismo legislativo. Las imágenes de los periodistas extendiendo los brazos o de los elegantes invitados, la inmensa mayoría con la ritual guayabera, fue vista por la gente que se amontonó con la esperanza de poder entrar para ver de cerca al nuevo gobernador, en el que tantos ciudadanos depositaron su esperanza de cambio, tras un gobierno de abusos y corrupción que se va impune. Corrupción, a la que declaró guerra sin cuartel el ahora ex gobernador Rolando Zapata precisamente el día de su investidura en la extinta sede del Congreso donde hoy se yergue el costoso Palacio de la Música. Pero la que pronto se le olvidó, abriendo la puerta al escandaloso enriquecimiento desde su mismo despacho de gobernador.

De allí que tuve un deja vu cuando escuché al ex alcalde y hoy gobernador declararse “enemigo de la corrupción y de la impunidad”.

Pero démosle un voto de confianza, también cuando dice que se declara “libre de compromisos particulares”, y que su “único fin será servir a todos los yucatecos sin distinción”.

Muy importante fue su declaración en el sentido de que va “a encabezar un gobierno que garantice cabalmente las libertades y derechos fundamentales de todos”, luego de un sexenio de censura contra algunos medios de comunicación y de espionaje contra opositores y ciudadanía. Al respecto, el gobernador Vila no dijo nada en específico, sobre la libertad de prensa o el espionaje mediante Hacking Team, pero se espera un giro fundamental con respecto al sexenio que terminó.

A destacar también de su mensaje su insistencia en el combate a la “desigualdad, la pobreza y la marginación”, tema que reiteró en al menos tres ocasiones, lo cual es una indicación de que su gobierno no sólo hará bien lo que se hizo en materia de simplificación y transparencia en el Ayuntamiento durante su administración municipal, sino que habrá un compromiso clave en uno de los más graves lastres de Yucatán: su miseria y polarización social.

Es un reconocimiento a que el tema de la desigualdad y la pobreza no va a ser relegado por intereses empresariales o de grupo. Al menos eso se espera.

“Tenemos una gran deuda con nuestras comunidades mayas que son las que más padecen de marginación y desigualdad”, reconoció el gobernador. Tema éste de relevancia histórica y más que nunca vigente, y que de no atenderse, puede convertirse, como el mismo Vila Dosal dijo, en una amenaza para el mismo desarrollo conquistado.

El tema de la ecología no fue olvidado por el gobernador al afirmar, que “el crecimiento económico no destruya la riqueza natural de nuestra tierra”. Aquí imposible no recordar dos ejemplos recientes: la rechazada granja porcícola de Homún y la fumigación aérea en Dzonot Carretero, así como el avance incontenible de la deforestación.

[b]@infolliteras[/b]


Lo más reciente

99.8 millones de mexicanos tienen derecho a ejercer su voto este 2 de junio: INE

La entidad con la lista nominal más grande es el Estado de México

La Jornada

99.8 millones de mexicanos tienen derecho a ejercer su voto este 2 de junio: INE

Serpiente bejuquilla, una flecha en la selva

Especial: Fauna Nuestra

Ana Ramírez

Serpiente bejuquilla, una flecha en la selva

Cuando a Mérida le cambió el rostro

Noticias de otros tiempos

Felipe Escalante Tió

Cuando a Mérida le cambió el rostro

Es peor que una sentencia de muerte

Las dos caras del diván

Alonso Marín Ramírez

Es peor que una sentencia de muerte