El plan para relanzar el cambio

Hugo Martoccia
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Lunes 24 de septiembre, 2018

El gobernador Carlos Joaquín ya trazó las líneas generales de lo que será la segunda parte de su gestión. El camino está pensado a largo plazo, pero tiene un obstáculo electoral demasiado importante: en junio de 2019 se elegirá al nuevo Congreso, que cargará en sus espaldas con gran parte de la gobernabilidad de la segunda parte del sexenio.

El mandatario estatal eligió un esquema que incluye un mayor acercamiento con la sociedad. Es una mala noticia para varios funcionarios de su gabinete. Carlos Joaquín está convencido que muchos de ellos están encerrados en sus oficinas y sus mundos, lejos del sentir de los ciudadanos.

Lo dijo en su Segundo Informe. “Estoy consciente que necesitamos de la evaluación social, de reestructurar el gobierno, de que el recambio generacional no sea biológico sino de pensamiento, y de lograr una plena reconciliación entre la sociedad y la política”.

Ese fue EL punto central de su discurso, que tomará forma en los próximos días. Habrá importantes cambios de Gabinete. Fiel a su estilo, el mandatario no ha dejado saber datos concretos.

Se sabe (a menos que la Sede haya cometido un error garrafal de protocolo) que Juan de la Luz Enríquez ya es coordinador general de gabinete. Se sabe que el fiscal Miguel Ángel Pech Cen sólo espera el momento político oportuno para dar a conocer su renuncia.

Lo demás son especulaciones. Podría haber cambios en Seguridad Pública, Oficialía Mayor, Secretaría de Gobierno. Y alguien ha mencionado también a Turismo, y a Desarrollo Urbano.

La áreas de proyectos estratégicos y Desarrollo Económico, que disfrutan más de las reuniones de negocios que de concretar los proyectos, también estarían en la mira para un cambio inmediato, o más a mediano plazo.

Las únicas palabras del gobernador que alguien escuchó al respecto pueden decir todo o nada. “Ni se esperan lo que viene”, le dijo a un político cercano.

[b]El proceso operativo[/b]

Uno de los puntos más complejos del tema está centrado en la Secretaría de Gobierno. En el equipo de López Mena ya trabajan para el plan que les encomendaron: crear una estructura de “coordinadores municipales”, que serán el nexo entre el titular y los secretarios, y, de ahí, con el gobernador.

La idea es que esos coordinadores sean los encargados de bajar los programas del gobierno hacia la sociedad. Es parte de aquello que ha dicho el gobernador de que ve a sus secretarios lejos de la gente.

López Mena ya tiene hasta sus coordinadores designados. Uno será Eloy Peniche, el empresario y fallido candidato en Cancún del Frente, que será coordinador en Benito Juárez. Otro de los nombres son Filiberto Martínez, en Solidaridad, y Atenea Gomez, en Isla Mujeres.

La lista es más amplia, por supuesto, pero lo importante pasa por otro lado. En las últimas horas se instaló con fuerza el rumor de que la aún alcaldesa de Solidaridad, Cristina Torres, podría ser destinada a la Secretaría de Gobierno. La versión llamó la atención de todos. Y generó muchas dudas.

El trabajo político que se le encomendó a López Mena se está realizando. Incluso, ya se trabaja para una reforma legal que le quitará a la secretaría las últimas funciones en seguridad que aún le quedan. La idea del gobernador es que la política y la seguridad caminen por senderos separados.

Por otra parte, Cristina Torres ha dicho que no está interesada en un puesto en el gabinete. Prefiere estar más cerca de la calle y de alguna forma de armado electoral para el año que viene. ¿Y entonces, por qué ese rumor?, se preguntan en Secretaría de Gobierno.

Nadie lo sabe. En las últimas horas, algunas personas cercanas a Carlos Joaquín le han oído decir que quiere llevar a Cristina al gobierno. La razón puede ser que no la quiere de regidora en Solidaridad ni en la calle.

Quizá el temor nace de una certeza que en estas últimas horas ha tomado cuerpo: el próximo conflicto político del gobierno estatal estará centrado en Playa del Carmen, y Cristina puede ser vulnerable a los ataques de la alcaldesa electa, Laura Beristain.

Una digresión sobre este tema. Ese conflicto entre el estado y Laura apenas comienza. A lo sucedido estos días con el C4 del municipio, que quedó en manos del estado, se sumará en los próximos días un golpe directo al manejo de recursos de la próxima alcaldesa.

[b]El costado electoral[/b]

Como ya se explicó, lo más importante en el corto plazo es relanzar el proyecto del “cambio”, pero con la mira puesta en la elección de 2019. En ese punto, la estrategia se mantiene.

La idea del gobierno es un gran frente de partidos aliados, de manera legal o de hecho, para enfrentar a Morena. Por eso, la alianza que se viene incluye al neojoaquinismo y el PAN de un mismo lado, pero también sumará el PRI, al PES y los partidos locales.

El Verde, que se ha acercado a Morena, y el MC, que en el estado podría quedar en manos de adversarios del gobernador, son aún una incógnita.

El proyecto general es simple: apoyar en cada distrito al candidato más competitivo, sea del partido que sea, para ganarle a Morena. La otra parte de la estrategia depende de los demás. En un sector del oficialismo están convencidos que los gobiernos municipales de Morena tendrán un rápido descenso al mundo de los mortales.

El bonus democrático es de AMLO, aseguran. Localmente, Morena sufrirá el mismo voto castigo que ya sacudió al PRI y a Frente en las dos ultimas elecciones. Esa es la certeza que tienen.

Según los cálculos del oficialismo, si Morena gana “sólo” 8 o 9 distritos, no alcanzará la mayoría. Pero no es un proceso fácil, a cómo están las cosas hoy, pensar en ganarle a Morena casi la mitad de los distritos del estado.

Por eso la gran alianza de 2019 será amplia y diversa, quizá hasta la deformación. No es tiempo de pruritos políticos, dicen algunos ante esa queja, sino de garantizar la gobernabilidad.

[b]El proyecto de largo plazo[/b]

En el núcleo duro del neojoaquinismo hay un convencimiento de que soplarán vientos a favor del “cambio” en los próximos meses y años.

El Tren Maya y la llegada de la Secretaría de Turismo federal a Chetumal, generarían un impacto económico muy fuerte en la entidad, y sobre todo el sur. Hay confianza en que la estrategia de seguridad de AMLO tiene como prioridad a los centros turísticos.

La llegada de 3 mil policías militares a la Ciudad Militar de Cancún, así como el impacto que tendrá el salto tecnológico que se dará en seguridad con el C5 y las cámaras y los arcos de vigilancia, han generado también expectativas favorables.

En dos años, de no haber complicaciones, la deuda habrá bajado lo suficiente en relación a los ingresos del estado, como para pensar realmente en inversiones de infraestructura de fondo.

Esas son todas las buenas noticias futuras que creen en ese entorno. De cualquier modo, es algo que se debe tomar con pinzas. Las buenas noticias que traen los colaboradores y amigos cercanos pueden ser peligrosas, porque a veces solo refuerzan una falsa realidad.

En un artículo en el diario [i]Perfil[/i], el sociólogo y consultor político Jaime Durán Barba, hizo una referencia al libro [i]The Knowledge Illusion, Why we never think alone[/i] ([i]La ilusión del conocimiento. Porqué nunca pensamos solos[/i]) de Steven Sloman y Philip Fernbach, que propone:

“En la medida en que nuestro entorno refuerza nuestras creencias, nos volvemos inmunes a las pruebas que pueden refutarlas”.

Ese es la frontera más peligrosa que enfrenta el relanzamiento inminente de la gestión.

[i]Cancún, Quintana Roo[/i]
[b][email protected][/b]