La Urvan, de Nissan, féretro rodante en Yucatán

Eduardo Lliteras Sentíes
Foto: Especial
La Jornada Maya

Lunes 30 de julio de 2018

El modelo Urvan de Nissan, uno de los preferidos por el Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV), circula por calles y carreteras yucatecas con la aprobación de la Dirección de Transporte del Estado de Yucatán (DTEY), a pesar de que la advertencia lanzada por la organización El Poder del Consumidor, en el sentido de que este modelo sería imposible de vender en Japón (país de origen de la marca Nissan), Estados Unidos, Canadá y Europa, entre otras naciones, por no contar con los sistemas mínimos de seguridad para pasajeros. Se trata de un féretro rodante, o por lo menos un vehículo muy peligroso para el transporte público, por lo que debiera estar prohibido. Es “inadmisible que este vehículo se venda en México y sea usado como unidad de transporte de pasajeros, pues la versión que se vende en nuestro país carece de los sistemas mínimos de seguridad vehicular que sí tiene en Japón, por ejemplo”, advierte El Poder del Consumidor.

La organización mencionada afirma que también el modelo Hiace, de Toyota, se utiliza con frecuencia como transporte público interurbano, rural y escolar; incluso rebasando su capacidad máxima de 18 pasajeros, lo que también sucede en Yucatán.

Sin embargo por su diseño, configuración y capacidad, ambos modelos no son aptos para estos servicios. Por el contrario, ponen en peligro la vida de quienes la usan, indica la organización de la sociedad civil. Pero esto le importa un rábano al gobierno estatal saliente y al director del Transporte, Humberto Hevia, quien además ha permitido que una cantidad indeterminada de autobuses circulen por la ciudad a pesar de ser chatarra rodante, y mecánicamente un riesgo de muerte.

A lo largo de todo el sexenio que está por acabar, el FUTV adquirió masivamente dichos modelos, haciéndolo el principal vehículo utilizado por las flotillas de dicho sindicato para el transporte de personas a través del estado: De los municipios a la capital y viceversa, por lo que es frecuente su involucramiento en accidentes, incluso mortales.

La realidad es que no deberían de circular vans de este tipo, que se compran como panel de carga y se adaptan con cajones para sentar a los usuarios sin las más mínimas medidas de seguridad que se exigen para obtener una concesión de servicio público, explica El Poder del Consumidor, pero la seguridad de los pasajeros es la última de las consideraciones de las autoridades yucatecas.

El modelo de la camioneta Urvan que se vende en nuestro país es una versión sin frenos ABS (los que evitan que un auto derrape en caso de hacer un freno total inesperado); cosa que tampoco tiene la Hiace en ninguna de sus versiones los tiene. Lo más grave es que ninguna de estas dos camionetas cuenta con cinturones de tres puntos en todas las plazas, ni con Control Electrónico de Estabilidad (ESC).

El Poder del Consumidor advierte que este tipo de camionetas, por su capacidad y sus dimensiones, deberían contar con los frenos ABS, el ESC, que permite mantener el control del vehículo en maniobras bruscas de emergencia y con ello evitar una colisión. Esta última tecnología puede salvar más vidas que el cinturón de seguridad incluso.

La organización apuntó el dedo hacia el gobierno federal y en particular hacia la Secretaría de Economía como responsables por permitir la venta de autos inseguros.

También cuestionaron a las compañías automotrices que durante décadas han abusado de la falta de autoridad en materia de seguridad vehicular para hacer negocio con autos de muy baja seguridad a costa de la vida y el bolsillo de los consumidores mexicanos.

El Poder del Consumidor reiteró esta información luego de que una Urvan, de nuevo, fue parte de un terrible accidente de tráfico el pasado viernes 20 de julio en la carretera México-Pachuca, en el que perdieron la vida 12 personas y otras cinco resultaron lesionadas.

Es evidente, además, que este vehículo se utiliza por ser más económico y en la medida de que carece de tecnologías de seguridad para los pasajeros, su precio es menor. Por eso es preferido en el estado, al igual que el Tsuru, también de Nissan, vehículo que debería estar prohibido para servir al menos de transporte público. Éste es otro tema que deja la actual administración saliente al inminente gobierno de Mauricio Vila Dosal. Sin olvidar, además, la exigencia de aumentar las tarifas; otro tema al que le han dado largas y que al parecer Rolando Zapata Bello le dejará a la futura administración para que le estalle en las manos no más entrar a Palacio de Gobierno.

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