Tres años de una aventura

La Jornada Maya
Foto: Raúl Angulo Hernández

Viernes 6 de julio, 2018

Tres años, para un periódico, se dice fácil; sin embargo, para [i]La Jornada Maya[/i] ha sido un tiempo de brega, de andar un camino por el que en apariencia otros han pasado, pero en el que siempre es necesario abrirse paso.

Decimos abrir paso porque apostamos por un periodismo tradicional, con información veraz y comprobada, evitando a toda costa caer en la nota fácil que atrae mucho tráfico a nuestra página y redes sociales, pero falsa al final del día. Discriminar este tipo de contenidos es semejante a librar obstáculos en una brecha. Al hacerlo, apostamos por el respeto a nuestros lectores, quienes siempre merecerán nuestra consideración.

Este lapso ha sido para nosotros un período de avance. Iniciamos unos cuantos aventureros solamente en Mérida, hoy tenemos presencia en las principales ciudades de la península, dando empleo a casi un centenar de personas, destacando los jóvenes periodistas y diseñadores prácticamente recién egresados de las universidades locales.

Ha sido también tiempo de abrir otra vía, ésta para el idioma maya yucateco, a través de K’iintsil, una contraportada que diariamente tiene el desafío de presentar información, con carácter didáctico y plural en dicho idioma, con un diseño artístico. Sabemos que es un contenido controversial, mas nuestra idea ha sido la de hablar con los mayas de la península; nunca de ellos y mucho menos por ellos, negándoles su propia voz.

En tres años hemos visto que la sociedad en los tres estados es mucho más compleja, que en las tres existen cada vez más diferencias. Al igual que en el mundo, la gente se ha movido en la península, atrayendo a migrantes ya sea por oportunidades de trabajo o por un ambiente de paz. Tenemos presente que a pesar de las diferencias o del tiempo de vivir en cada entidad, buscamos todos el bien común y para ello se necesita que nos escuchemos mutuamente.

Desde esta trinchera hemos sido testigos de los principales acontecimientos en el último trienio, y como tales los hemos querido comunicar, dando preferencia al hecho sobre cualquier tendencia que, como cualquier persona, pudiéramos tener. Somos testimonio, también, de que en los tres estados de la península es posible ejercer la libertad de prensa, aunque no por ello podemos dejar pasar que en todo el país el periodismo es una de las profesiones más peligrosas. Recordamos, por su cercanía con nosotros, los casos de Javier Valdez y Miroslava Breach, ambos corresponsales de [i]La Jornada[/i] y amigos de esta redacción.

Por supuesto, pretendemos seguir creciendo. Continuaremos agradeciendo a nuestros colaboradores que con su pluma han hecho de nuestras planas una diferencia para los lectores, por sus múltiples ópticas y disposición a polemizar, siempre sobre la idea. Sean estas discusiones nuestra modesta contribución a la formación de criterios informados y de una mejor sociedad.

Lo siguiente para nosotros será la consolidación. Por supuesto, creemos que es posible atraer lectores hacia el viejo formato del periódico impreso, y que podemos aumentar nuestra presencia hacia toda la península. Son objetivos abstractos, si se quiere; nuestro equipo, sin embargo, posee los ímpetus y la voluntad. En lo que eso ocurre, más que celebrar, agradecemos por estos tres años e iniciamos uno nuevo con ánimo de hacer cada día un mejor periódico.

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