Discurso feminista de las campañas

Katia Rejón y Paul Antoine Matos
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Miércoles 27 de junio, 2018

Las mujeres han sido tema principal en los discursos de campaña, desde los candidatos a diputado local hasta el de la presidencia de la República han adoptado el lenguaje inclusivo e inician con el ya conocido “todas y todos”. En los discursos se habla de “apoyar” a las mujeres pero sólo en aquellos problemas sociales que resultan cómodos: la brecha salarial, la lactancia, las guarderías en horario laboral y -con cautela- mencionan la violencia intrafamiliar “de pasadita” con frases tan lamentables como “no se toca a la mujer ni con el pétalo de una rosa”. Todos evitan mencionar las palabras feminicidio, aborto y machismo.

Para ellas, los candidatos a la gubernatura de Yucatán ofrecen infraestructura de centros de ayuda o guarderías, así como créditos para “emprendedoras” que quieran trabajar desde casa (porque también tienen que cuidar a los hijos).

Al margen de las ideas asistencialistas con las que los candidatos pretenden acabar con la discriminación de la mujer, está la intrigante forma en la que se refieren a ellas: las consentidas, las luchadoras, el sostén de la familia y el equilibrio de la casa.

Desde el PRI, la mujer adquiere un papel de matrona. Las jefas de manzana y las liderezas representan a quienes las demás deben seguir fielmente. Si los hombres son quienes se encargan de golpear y amedrentar a los votantes, las mujeres son las que tienen la labor de movilizar a sus vecinas para que favorezcan al PRI.

Durante una reunión en el Centro de Convenciones Siglo XXI, Doña Cloro, comediante de Motul que acudió como animadora a un encuentro de mujeres con Mauricio Sahuí, se burlaba de los problemas sociales que sufren las mujeres de Yucatán: el alcoholismo en los maridos, los embarazos adolescentes y el machismo. Las mujeres que hacen las tareas del hogar como “colgar los pantalones y no tenerlos bien puestos”, eran descritas en tono de burla.

También de Motul era Elvia Carrillo Puerto, impulsora del feminismo en México hace un siglo. Con sus chistes, Doña Cloro colocaba el voto femenino en una cuestión sexual: ponerse sexy para el marido a cambio del sufragio a favor del PRI.

Los candidatos presumen el apoyo a las mujeres y la necesidad de su apoyo para llegar al poder, pero ninguno menciona los feminicidios en Yucatán o la violencia en el hogar de manera profunda y con propuestas.

Por otro lado, ya es PAN de cada día que el candidato blanquiazul, Mauricio Vila Dosal, mencione en sus actos de campaña que “las mujeres son sus consentidas”, que son “las que le jalan la oreja al marido cuando anda en malos pasos”, ”las que se quitan el bocado de la boca para dárselo a los hijos”.

Vila, como su colega candidato a la presidencia de la República, ha dicho que “las mujeres serán apoyadas como nunca en su gestión”. Pero cuando habla de ellas no puede evitar referirse a su papel de madre o esposa, ¿es que hay otro rol para ellas?

En el cierre de campaña de Vila Dosal, la ex candidata a la presidencia por el PAN, Josefina Vázquez Mota, repitió las criticadas palabras de Ricardo Anaya quien dijo, en tono de reconocimiento, que “las mujeres son las primeras en levantarse y las últimas en acostarse”, por lo que prometió créditos y apoyo a mujeres que deseen “emprender” desde sus casas para cuidar a sus hijos. ¿Nadie les ha dicho que la doble jornada laboral (el trabajo privado y público que hacen las mujeres) es uno de los reclamos del movimiento feminista?

Joaquín Díaz Mena, candidato a la gubernatura por Morena no se ha quedado atrás en utilizar políticamente las necesidades de las mujeres en Yucatán. Desde su entendimiento sobre el tema, ha expresado cosas como: “La mujer tiene entre diversas capacidades, la sensibilidad de no ser indolente ante las carencias de las familias que luchan por cubrir lo que a los hijos les hace falta en el hogar”.

Tampoco hay que negar el hecho de que, posiblemente como en el resto del país, en Yucatán sean las mujeres las que están “al frente” del hogar; pero el discurso y propuestas de los candidatos son tan pobres en el complejo tema de género, que lo único que hacen es reforzar la idea de que, no hay de otra, la mujer debe quedarse en el espacio privado. Nunca mencionan a los hombres como parte del hogar o los responsabilizan de la violencia intrafamiliar. Pero sobre todo, evaden los temas urgentes que siguen poniendo en riesgo la libertad y la igualdad de las mujeres, ¿pues no que son prioridad?, ¿no que son las consentidas?

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