Carlos Águila Arreola
Foto: Juan Manuel Valdivia
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Lunes 1 de julio, 2019

El director técnico de la Red de Monitoreo del Sargazo en Cancún, Esteban Jesús Amaro Mauricio reveló a La Jornada Maya que ubicaron el lugar “crítico” por donde ingresa la mayor parte de la macroalga: entre la parte austral de la isla de Cozumel y el sur de Tulum, lo que motivó la creación del Proyecto 60-60.

El proyecto, señaló, consiste en colocar una barrera de embarcaciones entre el sur tulumnense, a la altura de Boca Paila, a lo largo de 60 kilómetros en línea recta hacia la punta meridional de la llamada Isla de las Golondrinas, con una abertura de 60 grados hacia el este, inclinación suficiente para evitar las corrientes.

“Incluye cubrir los 60 kilómetros por donde entra el sargazo a los principales destinos turísticos de Quintana Roo. Pensamos instalar 20 barcos sargaceros del tipo Ruffo, donde cada barco cubriría un radio de tres kilómetros; entonces, veinte por tres serían sesenta y ya no tendríamos macroalga en Cozumel, Tulum, Playa del Carmen, Puerto Morelos, Cancún, o en Isla Mujeres”, aseveró.

Comentó que tras dos años de estudios con Manuel Gutiérrez, Manuel Gallardo y Francisco Luna, consultor del sargacero, lograron definir exactamente el punto por donde ingresa la corriente que trae la macroalga.

La Red de Monitoreo, un colectivo de 12 ingenieros mexicanos, creó con tecnología mexicana un barco diseñado ex profeso para combatir la talofita, que ya cuenta con los permisos por parte de la Secretaría de Marina (Semar): se trata de Ruffo 1, embarcación que sería puesta a disposición del gobierno federal, en apoyo al combate del alga.

La embarcación mide 15 metros de eslora (dimensión a lo largo) y 1.92 de puntal (altura interior del casco), tiene una propulsión media al tener un par de motores de 150 caballos de fuerza cada uno, y 6.7 metros de manga (ancho) máxima.

Prototipo

El Ruffo I recolecta el sargazo por medio de un sistema de bandas transportadoras a los costados; la hierba es subida hacia la zona de lavado, donde genera la función de separación de eventual fauna marina. Posteriormente la empaquetan en la última estación, que tiene una capacidad de procesar 170 metros cúbicos por hora, recolectando y creando cada 20 segundos una paca de 46x36x30x120 centímetros, medida que puede ser ajustable.

“Nosotros estamos estimando que cada barco sargacero tendría un costo aproximadamente de 15 millones de pesos, es el costo real, no lo que dice la Marina que van a costar seis, eso no es cierto, a menos que haya mini barcos sargaceros; entonces, multiplícale de 15x20, son 300 millones de pesos lo que costaría (el proyecto) nada más en barcos sargaceros”, dijo.

La mancha de macroalga que avanza a las costas de Quintana Roo traerá, de acuerdo con la última estimación de la Red de Monitoreo de Sargazo, el pasado sábado, una cantidad de entre 850 mil y un millón de toneladas del alga, lo que quintuplica las 170 mil toneladas que llegaron en 2018.


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