Héctor Cobá
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Jueves 21 de diciembre, 2017

Los talleres literarios son de equipamiento, lecturas, herramientas y contactos, según las inclinaciones e intereses; es el elemento más valioso para fomentar el sentido de autocrítica que todo escritor que comienza necesita. Cada poeta, narrador o ensayista debe construir su biblioteca según su necesidad y según lo que quiera escribir. La visión e inteligencia del responsable de la selección y presentación del libro digital [i]Contramarea: Breve Antología de Poesía Joven de Quintana Roo[/i], David Anuar González (1989), ensayista y narrador cancunense, podrán ser escuchadas durante su presentación este viernes 22, a las 20:00 horas en la Casa del Árbol*.

El profesor y fundador de la materia Literatura de Quintana Roo, en la licenciatura de Literatura de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) responde a [i]La Jornada Maya[/i] interrogantes alrededor de los trabajos, llenos del impulso de la juventud creativa, [i]Y volver la poesía una constante[/i], de Laura Angulo, Cristian Poot, Melbin Cervantes y José Antonio Iñiguez, nacidos en los 90, así como de Adriana Cupul Itzá (QEPD).

González Vázquez, autor de [i]Cuatro ensayos sobre poesía hispanoamericana[/i] y [i]Bitácora del tiempo que transcurre[/i], antes de la primera pregunta, argumenta “creo que sería importante contextualizar el origen de la antología. En abril de 2016, en el II Congreso Nacional de Revistas Científicas (CNRC2), en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, conocí a un editor de la revista Caimán Barbudo. La revista cultural de la juventud cubana. Éste se interesó por la literatura de Quintana Roo, y en dar a conocer lo que los jóvenes poetas estaban escribiendo. Así me comprometí a hacer un dossier/muestra con poetas jóvenes de los 90. Tras el trabajo de escritorio y biblioteca, contacté a los poetas, les hice la propuesta y todo fue bien. Debido a la muerte de Fidel (Castro), aunado a problemas de salud del editor principal, la publicación del dossier de poesía joven se fue postergando hasta que la comunicación se cortó. Dejé, por diversas responsabilidades, enfriar un poco el proyecto. Meses después toqué algunas puertas en revistas del norte y del centro del país sin fortuna. Ello me hizo pensar que quizá debía abandonar totalmente la iniciativa. En algún punto del 2017 recibí una invitación, de Colectivo Colectivo, para publicar con ellos mi obra creativa. Entusiasmado por la invitación, les hice una propuesta: publicar el dossier en forma de antología al cual le sumé una introducción. Tuvieron a bien aceptar la propuesta y bueno, acá está el resultado. El trabajo de selección lo llevé a cabo en 2016 y el de gran parte de la introducción también; esta antología tiene ya año y medio de antigüedad”.

[b]¿Los talleres literarios fortalecen a los poetas quintanarroenses?[/b]
Son una necesidad para todo escritor que comienza, sea poeta, narrador o ensayista. La función principal de los talleres es de equipamiento, de lecturas, de herramientas literarias, de contactos, y sobre todo, y este es el elemento más valioso e indispensable de un buen taller, fomentar el sentido de autocrítica ante lo que uno escribe. Los talleres son una etapa, nunca deben volverse una constante en la vida de un escritor, sino se corre el riesgo de vivir atrapado en la sombra del tallerista.

[b]¿Qué autores nacionales e internacionales recomendaría a los poetas quintanarroenses para lograr su independencia literaria?[/b]
No creo que se trate de independencia literaria. Cada escritor debe construir su camino según sus inclinaciones, según sus intereses. Recuerdo un comentario que alguna vez escuché de Javier España, quien decía: “yo escribo lo que puedo escribir” y aunque pueda sonar un poco facilista, este comentario encierra una gran enseñanza y una gran verdad. Debemos aprender a conocer nuestras inclinaciones (hasta obsesiones) y a potenciarlas. Recomendaciones hay muchas, pero cada quien debe de ir construyendo y digiriendo sus lecturas de tal forma que abonen a sus inclinaciones literarias.

Suelo recomendar que lean poesía caribeña, me parece una escritura muy cercana a la dinámica social de Quintana Roo. Algunos autores clave son: Aimé Césaire, Léon-Gontran Damas, Kamau Brathwaite, Lasana Sekou, Derek Walcott, Édouard Glissant. En cuanto a mexicanos, bueno, una voz que me entusiasma mucho últimamente es la de Balam Rodrigo, me parece un poeta extraordinario. También Armando Salgado; me parece que tiene propuestas sumamente interesantes que hay que seguir de cerca, quien además recientemente ganó el premio Jaime Sabines. En fin, recomendaciones pueden haber muchas, pero creo que cada poeta debe construir su biblioteca según su necesidad y según lo que quieran escribir.

La práctica de leer un poco aquí y un poco allá y hacer una mezcla mal integrada es el rumbo equivocado. Debe de haber visión e inteligencia, planificación en las lecturas, una lectura intencionada que abone en la búsqueda personal de estilos, temas, o propuestas de libros en la línea de los intereses de cada creador.

[b]¿Considera sano que los poetas nacidos en el estado, en las últimas tres décadas, abandonen a tutores literarios como Ramón Iván Suárez Caamal, Javier España, Miguel Ángel Meza y Alicia Ferreira para crecer y lograr su individualidad como creadores?[/b]
No creo que el abandono sea sano. Uno no puede vivir de espaldas a lo que los escritores locales/regionales ha hecho. Más bien, es una cuestión de diálogo. Recuerdo que cuando escribí uno de mis primeros libros sobre Cancún, lo primero que me pregunté era qué se había escrito antes y sobre todo, quiénes escribían en la ciudad y en general en el estado. Para mí la tradición es necesaria; es importante y nutritivo conocerla, y nunca estar de espaldas a ella, sino dialogar con ella e incluso negarla, refutarla, pues ello también es parte del diálogo. Entonces, no, no hay que abandonarlos.

Hay que leer y dialogar. Uno nunca puede escribir desde la nada.

[b]Excepto Adriana Cupul Itzá (QEPD), los incluidos en "Contramarea", ¿qué tan lejos o tan cerca están de la tradición literaria en Quintana Roo?[/b]
En líneas generales, las voces son muy cercanas. Hay una fuerte impronta, aún, del medio natural en sus diversas manifestaciones, marina o selvática, en oda o en lamento ante la pérdida.

Hay mucha solemnidad, por ejemplo, en Cristian Poot y en Melbin. También hay continuidades formales, el libro (Nueva tierra) recientemente publicado por José Antonio Iñiguez es testimonio de ello, ya que cultiva la forma poética del haikú, que se ha vuelto ya, diría yo, una forma canónica en el estado, impulsada fuertemente por Ramón Iván Suárez Caamal. Iñiguez ha experimentado con el haikú y ha logrado sacarlo de su ambiente natural para situarlo en el medio urbano contemporáneo.

[b]¿Qué opina del taller literario de narrativa y prosa en Puerto Morelos, que desde hace cuatro años coordina Angélica Sánchez Agüita?[/b]
Me parece fantástico aunque, debo confesar, que no conocía esta iniciativa. Uno de los grandes problemas de la literatura del estado es la incomunicación que tenemos entre pares. Cada quién anda en su trinchera, librando su cotidiana batalla, pero nos desconocemos los unos a los otros. Es indispensable generar espacios para que nos podamos ver las caras, saber qué se está haciendo, quienes lo están haciendo, en fin, conectar nuestros esfuerzos o al menos nuestras existencias.

[b]¿Qué se puede esperar de las mareas y contramareas de los poetas nacidos entre los años 1998 y 2000?[/b]
Es arriesgado decirlo. Nunca me han gustado las predicciones. Pero viendo el panorama desde un punto de vista histórico, pienso que se seguirán desarrollando ciertas líneas que son una constante ya en la poesía que se escribe en Quintana Roo como la naturaleza, la nostalgia, la migración, el turismo. También pienso que surgirán nuevos temas, sobre todo vinculados a cuestiones sociales como la violencia, el narcotráfico, los mundos digitales. En cuanto a formas poéticas, quizá siga desarrollándose poesía sintética, de corto aliento, pero no lo sé, creo que esto es lo más incierto y tiene que ver con la socialización literaria del escritor en cuestión, de sus lecturas, de su formación, en fin, de un cúmulo de variables.

En la última Noche de Lectura Colectiva del 2017, organizada por el Colectivo Colectivo en Playa del Carmen, descollaron ejemplos poéticos donde el personaje es Cancún.

Me entusiasma saber que el personaje sea Cancún.

*Calle Punta Conoco número 12 entre Sunyachen y Punta Yoquen, supermanzana 24, Cancún.
**Gracias a la Plataforma Colectiva del Colectivo Colectivo el libro digital Contramarea: Breve Antología de Poesía Joven de Quintana Roo puede ser consultado en https://issuu.com/cartonerahortera/docs/contramareadavidanuar


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