En el tema de parejas “la pandemia lo que hizo fue potencializar lo que ya estaba: si había una buena relación de pareja, se fortaleció; y si había una mala relación, ésta llevó en algunos casos al rompimiento cuando la crisis fue demasiado fuerte porque de no haberse presentado la pandemia, nos habría costado tomar decisiones”, señaló la sicóloga de Quintana Roo Patricia Vidal Russi, al destacar que, en muchos casos, la pandemia fortaleció el amor propio de las personas.
Para la sicóloga está de más romantizar la pandemia y decir que ésta representó la fortaleza de las parejas porque en la mayoría de los casos fue más negativa la convivencia, pero significó para muchas personas el encuentro con su propia individualidad.
“En la mayoría de los casos fue más negativa la convivencia, porque se reducen los espacios, se aumenta el estrés, no estamos acostumbrados a tanta convivencia, y tradicionalmente la división de tareas está muy marcada y la mayoría le corresponde a la mujer, aunque fuera de la casa sea compartida, dentro no”, alude la especialista.
Al hablar sobre la relación de pareja, consideró que la pandemia para muchas significó una situación de inestabilidad y que sólo en algunas excepciones se dio un cambio positivo, en el sentido de darse la oportunidad de hablar y el hombre se mostrara más empático en la relación.
“No me atrevería a romantizar de que esto haya sido bueno para las parejas, muchas otras parejas ni siquiera decidieron pasar tiempo juntos, les agarró la pandemia, estaban en una relación más abierta y les agarró la pandemia, pero sin haber sido una decisión planeada, y luego se olvida poner en balanza las cosas, nos vamos al extremo de que todo está mal o nos vamos al extremo de que todo es tan romántico y bonito, y la vida no es así, hay blancos y hay negros”, acota.
Patricia Vidal sostiene que por este motivo, aún pese al incremento de los casos, las autoridades deciden no volver a abandonar las cuestiones laborales de manera física, pues además de tener un peso económico tienen un peso emocional; “nadie imaginó las crisis tan grandes que esto nos iba a ocasionar”.
La sicóloga asegura que a todos “nos vino encima algo que no esperábamos” y que la parte positiva es que en el camino “fuimos generando nuevos hábitos aunque estos hayan sido diferentes a los de la pareja”, sobre todo si las expectativas eran diferentes.
La ganancia de esta temporada de pandemia fue para muchas personas el llegar a tocar fondo y luego levantarse, reaccionar, revalorar y retomar el camino.
“Finalmente, decides ir para arriba y empezar de nuevo para volver a encontrarte a ti misma, en volver a construir y en ese sentido armar nuevas relaciones sin poner la expectativa al 100 por ciento en las otras personas”.
Y es que cuando la circunstancia no puede ser cambiada y la persona se siente al límite, la opción es cambiarse a sí misma y darle nuevas expectativas a la vida, que no depende de ver las expectativas cambiantes, “sino al significado que le das a las mañanas, al despertar y a las metas”.
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