Es urgente que la ciudadanía pierda el miedo de donar sangre, que reconozca los beneficios de esta acción altruista y contribuya así a reducir problemas médicos e incluso la muerte de personas que se quedan esperando sangre, mencionó Alejandra Mendoza Santoyo, directora de la fundación Únete Dona en Vida.
La entrevistada dio a conocer que México es el país de Latinoamérica con la tasa de donación altruista más baja y eso genera muchos problemas de salud.
Este 14 de junio se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre, en el que se busca generar conciencia de la importancia de la donación de sangre altruista y luchar contra la escasez de sangre, sobre todo cuando de acuerdo con las estadísticas 1 de cada 4 personas necesitarán sangre en algún momento.
“En la pandemia vivimos una crisis más grave; nunca me imaginé recibir una llamada de la Cruz Roja diciéndonos que no tenían sangre, que si podíamos movilizarnos para una campaña de donación y sí, en plena pandemia la gente tenía miedo de ir a los hospitales, pero es importante esto. Si todos los que podemos donar donáramos una vez al año, los bancos de sangre estarían llenos y no estaríamos sufriendo”, resaltó.
Desafortunadamente, relató, muchos doctores se enfrentan al penoso momento de decirles a los pacientes o familiares “lo siento, no tenemos unidades de sangre, no nos llegó, no pudimos atender la hemorragia”, por ello es importante fortalecer la cultura de la donación y evitar que enfermedades, accidentes u operaciones puedan atenderse adecuadamente.
Un claro ejemplo de la gravedad ante la falta de donantes es que en ginecología la mayor causa de muerte es por hemorragias que no pueden ser controladas luego del parto, porque si no se tienen las unidades de sangre listas no se puede atender debidamente.
“Esperar para la sangre lo hacen todas las personas que entran hoy en día en un hospital, en los hospitales públicos siempre ha sido requisito que si te van a operar necesitas recolectar las unidades de sangre, hoy en hospitales privados también”, manifestó.
Durante la pandemia el motivo principal de la falta de donantes era el temor por contagio, pero en general el más común es el miedo a las agujas, miedo a desmayarse, así como a contagiarse de alguna enfermedad, un mito que han logrado reducir, pero que aún existe.
Mendoza Santoyo aseguró que para donar sangre todo el material que se utiliza es nuevo, desechable, esterilizado, lo que asegura cero contagios, aunque donde sí existe el riesgo de contagio es si la persona que dona no es honesta a la hora de la entrevista, porque la sangre puede estar contaminada y dañaría a quien le sea transfundida.
Recordó que pueden donar todos los mayores de 18 años y menores de 65 años, que se encuentren en buen estado de salud, que no hayan tenido hepatitis después de los 10 años de edad, que no presenten embarazo, ni consumo de medicamentos que pudieran afectar la sangre.
“Hay que motivar a que nos quitemos el miedo, la verdad es que a veces nos quedamos en los miedos, en los mitos y no nos ponemos a pensar en los beneficios que tiene donar sangre: para nuestro cuerpo es muy bueno, estás creando sangre nueva, regenerando las células de tu cuerpo y te va ayudar con temas cardíacos, para que tu sistema circulatorio funcione mejor y la satisfacción de ayudar a una persona a seguir viviendo es infinita”, exhortó.
La sangre no se puede fabricar fuera del cuerpo y una vez extraída tiene fecha de caducidad, por eso es invaluable y un regalo de vida para muchas personas.
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