Luego de los buenos números y récords de visita alcanzados en 2022, en este primer cuatrimestre del año se ha sentido una ligera baja en la llegada del turismo norteamericano, reconoció Rodrigo Constandse, director de Delphinus, empresa que opera varios delfinarios en la zona norte de Quintana Roo.
“Se ha disminuido de manera importante el norteamericano contra el 2022, todavía no tenemos las cifras, pero yo te diría que está en los dos dígitos de reducción, o sea, por lo menos 10 o 15 por ciento menos turistas norteamericanos que en el 2022 y eso pues obviamente tiene un impacto en los hábitos de consumo y en la cantidad de excursiones o actividades y en el gasto que tienen”, compartió.
Esta reducción la atribuyó, por una parte, a la apertura de los demás destinos alrededor del mundo, porque los norteamericanos ya están viajando a otros sitios y, por otro lado, dijo que se han recuperado otros mercados como el canadiense, el latinoamericano y el europeo, pero tienen diferentes hábitos de consumo.
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En este sentido, consideró que la hotelería en general ha tenido un buen cuatrimestre del año, una muy buena Semana Santa, mayo -pese a ser temporada baja- no está mal, pero sí se están adaptando los mercados a las épocas del 2019. “Tenemos mucho más volumen que en 2019, pero la mezcla está más parecida al 2019 que en 2022”, acotó.
Respecto a las tarifas, confirmó que también están bajando un poco, porque el norteamericano tenía un poder adquisitivo y unos hábitos de consumo diferentes a los de otros mercados, por lo que también desde allí lo han resentido, notándose entre un 3 y 4 por ciento de diferencia, mientras que en volumen de visitantes hasta un 8 por ciento abajo de 2022.
En cuanto al fin de la pandemia que se anunció ya de forma oficial, tanto por la Organización Mundial de la Salud como por el gobierno de México, indicó que realmente no habrá modificación en los protocolos que habían mantenido, pues ya se manejaban los de una pandemia moderada.
Lo que mantendrán, agregó, es un tema de supervisión, con la gente más atenta, más consciente, con acceso a las pruebas y protocolos que se quedarán para siempre, pero la operación no se modificará de manera sustancial. En general, señaló que la pandemia dejó mucho aprendizaje, una organización más ágil, que responde más rápido a las problemáticas, más consciente y que se queda en la memoria de la empresa.
Edición: Estefanía Cardeña
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