Abaniquillo costero maya, especie que practica el canibalismo

Nombre científico: Anolis sagrei mayensis

Tamaño: 70 milímetros en machos y 46 milímetros en hembras

Hábitat: Zonas urbanas

Dieta: Pequeños invertebrados, especialmente arácnidos e insectos, y crías de su propia especie

Depredadores: Serpientes, otras lagartijas, aves y arañas

Reproducción: Ovípara, cada una o dos semanas.

Aunque es una especie introducida a la península de Yucatán, el abaniquillo costero maya (Anolis sagrei mayensis) es una lagartija reconocida en la zona, que habita principalmente áreas urbanas, coincidieron investigadores. Es una gran devoradora de insectos e incluso crías de su misma especie, lo que la convierte en caníbal.

El biólogo Emmanuel Cambranis Cab, egresado de la Universidad Autónoma de Campeche, informó que esta especie es una lagartija endémica de las islas de Cuba y Bahamas, en el Mar Caribe, aunque ha sido introducida en algunos otros lugares y se puede encontrar también en México, Panamá, Taiwán, Singapur, Ecuador, Brasil, Israel y Florida, en Estados Unidos. Indicó que su tamaño es moderado (70 milímetros en machos y 46 milímetros en hembras), con escamas en gran parte de su cuerpo.

Por su parte, Pedro Enrique Nahuat Cervera, miembro de la agrupación Ekuneil Península de Yucatán, indicó que esta especie mide aproximadamente de 15 a 20 centímetros contando su cola, la cual llega a ser más larga que el cuerpo (que es de sólo 7 centímetros en machos). Dijo que se le conoce también como el abaniquillo pardo o café y remarcó que aunque no es nativo de México, se ha encontrado en este y otros países de Centro y Sudamérica, incluso en otras partes del mundo debido al intercambio de productos como puede ser maderas, donde esta lagartija llega como polizón y luego coloniza en la zona. 

Mientras que José Rogelio Cedeño Vázquez, investigador del Colegio de la Frontera Sur, comentó que se trata de una lagartija moderadamente robusta, de tamaño mediano con coloración dorsal muy variable pero generalmente son café o gris con manchas oscuras, barras o manchones. Las hembras varían en sus colores, algunas tienen una línea vertebral y otras tienen un patrón de barras. 

El abanico gular de los machos es amarillo, naranja o rojizo. Las escamas del abanico a veces tienen puntos blancos. La parte libre del abanico está bordeada con crema o amarillo. En hembras el abanico gular es pequeño pero funciona y presenta trazos de coloración. Presenta dedos largos con almohadillas reducidas, lo cual representa una adaptación para agilizar su movimiento de correr o saltar. Los machos de Anolis sagrei mayensis exhiben su abanico gular extendiéndolo como un componente importante en el comportamiento de cortejo hacia las hembras. 

En tanto, la hembra generalmente deposita, por lo general, un solo huevo entre la hojarasca cada semana o dos, durante la temporada reproductiva. Los huevos son de cáscara blanda y miden aproximadamente un centímetro de largo; son blanquecinos y eclosionan en tres a cuatro semanas a partir de la puesta. Los machos defienden sus territorios de forma agresiva, esto lo hacen desplegando su abanico gular.

Es una especie de hábitos diurnos, terrestres y arborícolas. A menudo se puede encontrar sobre paredes de rocas, postes de cercas y edificaciones. Raramente se localiza alejado de áreas con perturbación humana. Se alimenta de pequeños invertebrados, especialmente arácnidos e insectos, y su ingesta puede ser tan voraz que puede reducir el número y la diversidad de las poblaciones de especies de arañas, de las que suele alimentarse. También consume hormigas, cucarachas, escarabajos, gusanos, moluscos como caracoles y babosas e incluso puede depredar crías de otras lagartijas del género Anolis, incluyendo a las de su misma especie, de manera que es un animal que es canibal.

Dio a conocer que sus múltiples depredadores incluyen serpientes, otras lagartijas, aves como el tecolote bajeño (Glaudidium brasilianum) y el tordo cantor (Dives dives) e incluso arañas. 

“Personalmente, he observado al sapo gigante (Rhinella horribilis) y a la culebra perico mexicana (Leptophis mexicanus) depredando adultos de esta lagartija en la zona urbana de Chetumal”, indicó el investigador.

Declaró que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) coloca a esta especie en la categoría de “Preocupación menor”. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) la considera como invasora y es uno de los vertebrados que están incluidos en el Anexo 1 de la convocatoria para elaborar diagnósticos sobre el estado de las invasiones biológicas de especies exóticas y propuestas para su manejo en regiones prioritarias. 

Esta especie está considerada en algunos países como invasora y en algunos lugares como plaga. En México y Belice, Anolis sagrei es un exitoso invasor e incluso se ha documentado que unos cuantos especímenes pueden establecer grandes poblaciones rápidamente. Es transportada fácilmente por los humanos, deliberada o accidentalmente, por lo que se ha expandido con rapidez. 

Por ejemplo, se introdujo a los Cabos de Florida a finales de 1800 aproximadamente por medio de cargamentos de barcos que venían de las Antillas; una vez allí, se expandió en poco tiempo a través de Florida hasta otros estados del sureste de los Estados Unidos. Tiene un potencial alto de colonización debido a su elevado éxito reproductivo, lo que se traduce en una alta densidad poblacional.

Explicó que ha tenido mayores efectos negativos sobre la herpetofauna nativa en ambientes perturbados; es probable que cause desplazamiento de lagartijas de otras especies de Anolis por competencia o que afecte las poblaciones de otras lagartijas menores por depredación. Se ha documentado que desde su introducción en México se ha convertido en una de las especies más abundantes en distintos lugares y se sabe que en Veracruz (Catemaco y San Andrés Tuxtla) han desplazado fácilmente a las poblaciones de Anolis sericeus locales.

Como cada viernes, La Jornada Maya te invita a conocer la fauna endémica del sureste mexicano. Aquí te compartimos la colección que tenemos hasta el momento. ¡Disfrútala! 

Edición: Estefanía Cardeña