El cerebro es la computadora central del cuerpo humano que permite interactuar con el exterior, así como desarrollar conciencia al interior y requiere por lo tanto un cuidado constante, compartió Rodolfo Arellano Cervantes, neurocirujano, en el marco de la Semana Mundial del Cerebro, que se conmemora cada año la tercera semana de marzo.
“Es cuando empieza a fallar cuando vemos situaciones como desconexión con la realidad o incapacidad de interactuar con el medio, es básicamente el procesador central de nuestro organismo…. El cerebro, como cualquier otro órgano es un tejido vivo que va a requerir de una buena circulación o un buen aporte sanguíneo, una buena oxigenación y un buen aporte de nutrientes, por lo tanto los tres pilares fundamentales del cuidado del cerebro son: tener una buena alimentación, el ejercicio regular y el descanso”, enfatizó.
Más allá de ser un medio de interacción con el exterior, también es el órgano en donde se genera la realidad, la integración de todo lo que vemos, sentimos, escuchamos y eso crea una perspectiva. “El cerebro es como nuestra computadora central, es el órgano que va a controlar todas nuestras funciones de todos los otros órganos del cuerpo, dirige nuestro sistema motor que nos permite desplazarnos, tiene varios sistemas que nos permiten interactuar con nuestro entorno: el sistema visual, el auditivo, táctil”, enlistó.
Se trata de un tejido biológico capaz de controlar elementos intangibles como la memoria, las emociones, el mantenernos despiertos, en alerta, permite pensar, hacer las actividades diarias y aprender cosas nuevas, controlar el cuerpo, etcétera.
Una buena alimentación, sugirió el especialista, incluye alimentos verdes como espinacas, lechugas, acelgas, todo lo que contenga micronutrientes que el cerebro necesita para mantenerse sano; el segundo punto que va también de la mano con la oxigenación y la circulación es el ejercicio frecuente, siempre se recomiendan por lo menos 30 minutos de actividad física aeróbica, por lo menos tres veces a la semana, para aumentar la frecuencia cardíaca, la velocidad de circulación en la sangre y eso también aporta más riego sanguíneo al cerebro.
Y el descanso. Hay que tratar de mantener buenos hábitos de sueño, dormir entre 6 y 8 horas, evitar el desvelos, evitar horarios irregulares de sueño y cuando se cubren esos tres puntos, se logra disminuir de manera significativa dolores de cabeza, migrañas, riesgo de convulsión o envejecimiento cerebral.
Estos buenos hábitos, confirmó, se deben inculcar desde la primera infancia para que se haga siempre, además de que es más fácil mantener al cerebro humano sano que tratar de recuperarlo ya que está enfermo, “entonces sí es extremadamente importante que desde niños les enseñen el autocuidado”.
Los problemas neurológicos, acotó, como dolores de cabeza, desmayos o convulsiones comúnmente no se tratan a tiempo y eso complica la salud, por lo que debe acudirse a un especialista, porque situaciones como las migrañas recurrentes casi siempre tienen solución y las mayoría de las veces basta con atender los tres pilares para cuidado del centro de control que mueve al cuerpo.
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