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Ana Ramírez
31/12/2025 | Cancún, Quintana Roo
Quintana Roo concluye el 2025 en un escenario económico y social complejo, marcado por un crecimiento prácticamente nulo, un estancamiento de la inversión y un entorno de inseguridad que continúa afectando la actividad productiva y la atracción de capital, expuso Jovita Portillo, presidenta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Cancún.
El principal reto del país en general, dijo, no es de carácter financiero, sino la ausencia de certidumbre institucional, un Estado de derecho sólido y condiciones efectivas de seguridad que permitan invertir, crecer y generar empleo formal.
"Desde la perspectiva del sector empresarial, el cierre del año confirma la urgencia de enfocar las decisiones públicas hacia el fortalecimiento de las capacidades productivas, reglas claras y un entorno de confianza para empresas y trabajadores, particularmente para las micro, pequeñas y medianas empresas, que constituyen el núcleo del tejido económico nacional", aseveró.
El desempeño de la economía mexicana a lo largo de 2025 -dijo- reflejó una clara pérdida de dinamismo, en los primeros nueve meses del año, el Producto Interno Bruto (PIB) registró un crecimiento anual de apenas 0.4 por ciento y para el tercer trimestre, la actividad económica se contrajo 0.3 por ciento respecto al trimestre previo y 0.2 por ciento en comparación anual, confirmando una tendencia de debilidad persistente.
Uno de los focos de mayor preocupación es la inversión fija bruta, que en septiembre registró una caída anual de 8.4 por ciento, acumulando 13 meses consecutivos de retrocesos. A la par, la confianza empresarial se ubicó en 48.6 puntos en octubre, sumando ocho meses consecutivos en zona pesimista.
Para el organismo empresarial, estos indicadores confirman que el principal freno al crecimiento no es la falta de recursos, sino la incertidumbre que enfrentan los inversionistas ante un entorno institucional poco predecible.
El contexto político de 2025 también influyó de manera determinante en el clima económico y desde Coparmex Cancún se apuntó que diversas reformas estructurales impulsadas durante el año incrementaron la incertidumbre institucional, especialmente en temas relacionados con el sistema judicial, la defensa de derechos y el debilitamiento de las instituciones.
Además, el debate público se concentró en disputas políticas, relegando la construcción de acuerdos de largo plazo en áreas estratégicas como seguridad, Estado de derecho, competitividad y desarrollo regional. Este entorno limitó, entre otros factores, el aprovechamiento pleno de oportunidades como el nearshoring.
"Observamos con preocupación que el Presupuesto de Egresos 2026 mantiene un enfoque predominantemente asistencial, sin fortalecer de manera suficiente las capacidades productivas ni ofrecer un acompañamiento efectivo a las Mipymes. Sectores clave como salud, educación y seguridad continúan mostrando debilidades que limitan el impacto positivo de los incrementos salariales y el crecimiento económico", indicó.
Ante este panorama, Coparmex celebró que el salario mínimo haya alcanzado la línea de bienestar familiar, pero subrayó que la política laboral debe enfocarse ahora en productividad, formalidad y capacitación y enfatizó que la seguridad sigue siendo el principal desafío ciudadano y empresarial.
Edición: Estefanía Cardeña