Carlos Águila Arreola
Cancún
20 de noviembre, 2015
La zona urbana de Cancún sigue creciendo sin control y es cada vez más violenta. En lo que va del año ocho mujeres han sido brutalmente asesinadas, cinco en los últimos dos meses y hasta ahora el gobierno ha anunciado la detención de cuatro presuntos asesinos, pero la desconfianza es tal que se cree que están fabricando culpables para salir del paso.
Pese a los asesinatos, el gobierno de Roberto Borge Angulo se resiste a tipificarlos como feminicidios y activistas y legisladores de oposición urgen la alerta de género, sin resultados hasta ahora, “porque el tema va más allá de lo penal. Implica prevención y más recursos para servicios públicos, declaró el diputado independiente Jorge Carlos Aguilar Osorio.
Hay predios cubiertos de maleza, falta de luminarias y “ninguna política de desarrollo social en la entidad; por el contrario, el actual ayuntamiento modificó el Plan de Desarrollo Urbano (PDU) para la construcción de casas de 34 metros cuadrados, verdaderas ‘ollas de presión’ que influye en violencia intrafamiliar, donde Quintana Roo es número uno”, sostuvo.
Además –añadió legislador–, el destino enfrenta un declive como generador de empleo y sigue siendo imán para migrantes: “Los salarios equivalen a una cuarta parte de lo que eran hace años. Hay gente que lleva hasta un año sin trabajo”, y advirtió que “la ciudad es un verdadero caldo de cultivo para la inseguridad y la violencia”.
Aguilar Osorio afirmó que en Quintana Roo “hay muchas leyes” para la protección a la mujer, incluso la legislación está homologada con la federal, pero “no se aplican porque no hay recursos para casas y albergues para víctimas de violencia”, lamentó.
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