Ecocidio en Tajamar

Carlos Águila Arreola
La Jornada Maya

30 de julio, 2015
Cancún

Alrededor de una centena de ciudadanos, que conformarán una organización no gubernamental en defensa de los recursos naturales de Cancún, se manifestó para impedir que maquinaria pesada continuara devastando los manglares de Malecón Tajamar, pese a que los permisos ambientales para fraccionar el lugar están vigentes hasta febrero de 2016.

Emma Pérez Trejo, vocera visible de los inconformes, deploró los hechos y señaló que si bien hay permisos de la Semarnat, “son para el cambio de uso de suelo, mas no para acabar con la vegetación, que además es una especie intocable y protegida según el artículo 60 de la Ley General de Vida Silvestre” (LGVS).

“Estamos en contra de que se siga devastando la naturaleza, y en este caso el manglar es una muralla natural que nos protege contra los huracanes. Si no hay sentido común y eso no se entiende, entonces no hay punto de entendimiento”, y cuestionó la conciencia de las autoridades al vender y permitir que se destruya el medio ambiente.

Consideró absurdos los trabajos que se realizan en Malecón Tajamar y aseguró que “no se piensa en el futuro, sólo en los billetes que les deja (a las autoridades). No piensan en sus hijos ni en la adversidad, que ya la tenemos encima: el calor está insoportable, el sargazo está invadiendo las costas, y todo es consecuencia del mal manejo de la naturaleza”.

La activista destacó lo injusto de las leyes: “en casa, pese a ser propiedad privada, para que le pongas un ladrillo más aplican tremenda multa, en el Malecón Tajamar no hay ningún anuncio de qué se está construyendo, pese a que el impacto ambiental es gravísimo.

“Quisieron sacarnos, nos opusimos y nos plantamos frente a las máquinas porque no íbamos a permitir ni permitiremos que sigan devastando, incluso los trabajadores amenazan con arrollarnos con los volquetes”… y advirtió que seguirán impidiendo el ecocidio porque “están acabando con la fauna del lugar y otra vegetación además del mangle”.

FONATUR

Juan Carlos González Hernández, delegado del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), dijo que las construcciones para detonar el megaproyecto van a marchas forzadas en algunas de las 69 hectáreas de la zona porque a fin de año vence la manifestación de impacto ambiental, o “MIA”.

Atribuyó lo abrupto y acelerado del chapeo y desmonte a que “aquellos que no lo hagan corren el riesgo de quedarse con el predio sin poder construir posteriormente lo que habían proyectado, y hay densidades importantes”.

Los permisos ambientales federales perderán vigencia a fines de 2015, y el proyecto, uno de los más ambiciosos, tiene como finalidad reactivar el centro de la ciudad. Entre otras obras, están comprometidas la Basílica de María del Mar, sería la más grande de México; una plaza comercial, más de 3 mil viviendas residenciales y edificios para oficinas.

Quizá el único resquicio legal para detener el chapeo y desmonte es que el promovente está incumpliendo parte de su compromiso: “(…) brindar protección a las especies mencionadas en el capítulo IV de la MIA-P, en especial las que estén bajo estatus en la NOM-059-SEMARNAT-2001: mangle, palma chit, cocodrilo, rana o iguana rayada.

LO OFICIAL

El Programa Parcial de Desarrollo Urbano del Malecón Cancún fue publicado en el Periódico Oficial del gobierno de Quintana Roo el 7 de septiembre de 2006, por lo que se mantuvo sin cambios y se integró en la reciente reformulación del Programa de Desarrollo Urbano (PDU) 2014-2030, vigente a la fecha.

De esa manera, los desarrollos contemplados en Malecón Tajamar cuentan con permisos ambientales federales otorgados por la Semarnat, lo que significa que es viable realizar los proyectos concedidos en diferentes fechas.

El 28 de julio de 2005, con el oficio SGPA/DGIRA.DEI.1855/05, Semarnat autorizó la MIA del proyecto denominado “Malecón Cancún” de 49.1 hectáreas, y autorizó el cambio de uso de suelo en terrenos forestales para 58.76 hectáreas.

Tres años después, el 27 marzo de 2008, con el oficio SGPA/DGIRA/DG/0899/08, se modificó el resolutivo de la MIA anterior, ampliando las vialidades y cambios de uso de suelo de 74.24 hectáreas.

El 11 febrero 2009 se amplió la vigencia de los permisos anteriores por 24 meses, para la preparación del sitio, ampliación de vialidades e introducción de los servicios urbanos.

El 24 de julio de 2014, a través del oficio SGPA/DGIRA/DG/06276 la Semarnat señaló que respecto de la última modificación, cuenta con una vigencia de cinco años para la ejecución de las etapas 1 (urbanización) y 2 (lotificación), contados a partir del año 2011 venciendo el próximo 17 de febrero de 2016