Arturo Cruz Bárcenas
La Jornada Maya

24 de mayo, 2015

Cancún

“La música que yo hago no es la que se escucha en los medios, porque ahí se transmite otra cosa, de eso que llaman moda, que es latin pop”, expresó hoy Eddie Palmieri, gloria viviente del latin jazz y de la música conocida como salsa, término con el cual no está de acuerdo porque se refiere a ritmos como el guaguancó, la guaracha, el cha cha cha, la rumba, el mambo... la tradición viva.

En conferencia de prensa realizada en el Salón Mérida del Oasis Hotels & Resorts, donde se desarrolla el Oasis Jazz U Latin Fusion, que anoche con un cartel integrado por Héctor Infanzón y Diego El Cigala, Palmieri expresó: “El tema de la presencia cultural latina en Estados Unidos tiene que ver con el problema de la pobreza. De ahí surge todo, inclusive musicalmente. En la radio comercial lo que se oye es el latin pop, que no tiene nada que ver con lo que yo hago. Ahora lo que se está haciendo es hip hop y rap, mas nunca van a llegar a lo que fueron hace décadas el mambo y el cha cha cha. Eso nunca va a volver y eso es triste para mí.

La única orquesta que va echando candela es la mía. Para llegar a eso una orquesta tiene que ser como una familia. El disco que estoy preparando se llama Mi luz mayor, dedicado a mi esposa, con quien estuve casado 60 años, más otros dos de novios. Mi suegra me dijo un día que Iraida es mi luz mayor. Este número se lo iba a dar a Celia Cruz, pero no se pudo por asuntos de disqueras. Con el tiempo se lo dediqué a mi señora y será el título de mi cidí. Toca Carlos Santana en Mi Congo; vienen cantando Gilberto Santa Rosa, Rubén Blades y otros. El disco ya está lleno. Acabé otro que se llama Sabiduría, que es latin jazz. Ver lo que provoca la música en la gente, ese es mi orgullo.”

Sobre las modas y cómo influyen en músicas como las que él crea, dijo: “Las modas causan un desastre, porque no tienen nada que ver con lo que hacemos mi orquesta y yo. ¡Nada! Eso se debe a que se perdieron muchos años al cambiar la doctrina en 1959 en Cuba. Antes de esto, en Nueva York tocaban la música de Tito Puente y otros. Ahora lo que se escucha es hip hop y rap, o el latin pop, que son controlados por las compañías disqueras, que tienen la plata. Grupos como la Sonora Ponceña se oyen, pero en las radios comunitarias. En las radios comerciales no van a tocar el disco. Primero tienen que pagar una plata.

“Del término latino... cada país tiene su cultura. Colombia tiene su cumbia, por ejemplo, pero la juventud no tiene la oportunidad de escuchar otras cosas porque le están negando la oportunidad. El reggaetón... no sé... esto no tiene nada que ver con nuestro género bailable. Es dañino. Mis músicos comparten solos con su instrumento, y esto no existe en ninguna orquesta.” Lamentó que su música y la de su hermano no se toquen en la radio. Eso de la salsa... ¡no existe para mí! Es una falta de respeto, para mí.

A los mulatos les cambiaron el nombre de su música. Ni era ya flamenco, sino rumba, pero fue ese mulato el que puso al mundo a bailar. No podemos saber lo que sufrió el mulato, pero puso al mundo a bailar. De ahí también sale el jazz, porque éste después llegó a Nueva Orleans, de donde se va a Cuba. En Estados Unidos no permitieron el tambor por cuestión de impedir la comunicación y por ser rebelde.

“Para que lo mío siga se necesita que haya Palmieri pa rato, porque no hay más nadie. No hay. Los pioneros se murieron. Yo tengo a Sanders, que tiene 87 años, y lo tengo tomando vitaminas. Le dije: te voy a hacer rico. No te me mueras. El futuro... el latin jazz es la fusión del siglo XXI. Hay jóvenes que están surgiendo en el latin jazz. En la medida de que conozcan los patrones tendrán la oportunidad como artistas. Pero qué pasa. Ocurre que aparece un cantante jovencito bailando, pues si bailas... te vas a quedar dormido, porque no es una música excitable. Todos están tirando para el latin jazz, pero nadie está tirando hacia la música nuestra bailable. Se debe proteger la tradición, pero si no hay radio comercial la juventud no sabe, pues lo que está escuchando es otra cosa. Existe lo que está controlado por las compañías disqueras. Talentos hay, pero quién los va a ayudar, a grabar.”


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