Delincuencia en frontera con Belice

Joana Maldonado
Foto: Archivo / La Jornada
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Lunes 14 de noviembre, 2016

Quienes habitan las comunidades cercanas a la Ribera del río Hondo, división natural entre México y Belice, saben que es tránsito común de mercancía ilegal, migrantes y que incluso operan grupos delincuenciales. El embajador de Belice en México, Oliver Darien del Cid, admitió que la presencia de [i]cárteles[/i] preocupa a las autoridades de ambas naciones. Sin embargo, no se han establecido políticas para disminuir las actividades ilegales que hay en esta frontera.

Según datos de la embajada mexicana, la frontera entre México y Belice tiene una longitud total de 236.4 kilómetros, de los cuales 13.4 corresponden a línea divisoria terrestre; 136 a línea divisoria fluvial, el río Hondo; y 87 kilómetros a línea divisoria marítima que es la Bahía de Chetumal, límites establecidos desde 1893, en donde México tiene garantizado el derecho de tránsito a perpetuidad, a través de las aguas del país vecino que conectan el puerto de Chetumal con el mar abierto.

En la página de internet de la embajada de México, se afirma que “el narcotráfico y el crimen organizado trasnacional son ahora temas de mayor preocupación”.

En Belice –se sostiene en la información publicada oficialmente– “se detectan con frecuencia cargamentos de drogas, precursores químicos, aviones que aterrizan en pistas clandestinas, operaciones de lavado de dinero en la zona libre y presencia de migrantes con documentación falsa, frecuentemente de origen extra continental; además de un creciente número de casos de tráfico de personas”.

“La presencia de carteles preocupa a las autoridades de estos países; sin embargo, les aseguro que los gobiernos de Belice y México trabajan en forma conjunta para enfrentar estos retos y eliminar el riesgo que hay en las comunidades de estos países”, sostuvo el embajador Oliver Darien del Cid.

Admitió que no se han identificado cuántos y cuáles son los grupos delincuenciales que hay, aunque reiteró que sí existen. Todos los países tienen ese problema, pero lo que hace la diferencia es el nivel de cooperación que Belice y México tienen sobre este tema, apuntó.

“Es preocupante para cualquier país, es obvio que están presentes, no creo que estén asentados ahí, obviamente es culpa de la geografía, pues estamos en la ruta del sur al norte y es difícil evitarlo, aunque no es la frontera principal”, señaló.

Oliver Darien consideró que siempre ha existido la vulnerabilidad en la frontera que también ha derivado otras problemáticas como contrabando no de armas o drogas, sino de comestibles, cigarros y ropa.

Según lo expuso, han tomado acciones de prevención de la actividad ilícita, pero siempre hay necesidad de reforzar las medidas, para prevenir la incidencia de estos delitos.

Además admitió que México y Belice conocen cuáles son los puntos vulnerables donde se ejecutan acciones ilegales, ubicados en las comunidades de la Unión, Álvaro Obregón, Cocoyol, San Antonio Botes, Sac Xan, Rovirosa, Ramonal, Cacao, entre otras, cuya población es de entre mil y mil 500 habitantes.

[b]Paso de inmigrantes ilegales[/b]

La coordinadora de la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos en contra de los Inmigrantes –dependiente de la Fiscalía General de Justicia–, Xóchitl Godinez Ixtepan, quien opera esta área desde junio de 2015, asegura que no se cuenta con un censo del número de ilegales.

Cada comunidad, asegura, hace su propio censo de acuerdo a quienes llegan a trabajar, pero no existe un conteo total, dado que algunas personas son ilegales, principalmente provenientes de Guatemala, El Salvador, Honduras y Belice; y que habitan en las comunidades cercanas al río Hondo.

De manera extraoficial, se estima que cada semana, llegan hasta estas comunidades al menos una veintena de personas ilegales, entre las que se encuentran mujeres que son utilizadas para explotación sexual.

Esta Fiscalía, atiende a las víctimas que son mayormente por el delito de robo, violencia familiar y suicidios. En lo que va del año se han iniciado 80 casos únicos. A través de consulados y embajadas se facilita la documentación a estas personas para que regularicen su estancia en México.

La funcionaria afirmó que también tiene conocimiento de migrantes que son abandonados en el trayecto y que se dirigían a la zona norte del estado, es decir, a Cancún en donde conectan otro transporte para trasladarse a otro país.

“Se quedan y los abandonan en el trayecto cerca de Bacalar, llegan de manera semanal (...), son gente que regresa a su país, pero volverá a intentarlo, la situación no es tan grave como en otras fronteras como Chiapas, en donde violan y asesinan”, expone.

En 2015, hubo un caso en donde encontraron 8 menores de edad abandonados en el poblado de Cocoyol, y remitidos al DIF estatal, fueron trasladados a su país de origen a través del Instituto Nacional de Migración.