Foto y Texto: Infoqroo
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Viernes 9 de noviembre, 2018

La aplicación del Mando Único en Seguridad Pública pasa por la homologación de las condiciones laborales del personal policiaco de los municipio y del Estado; sueldos y prestaciones son parte factores indispensables básicos para dar “un piso” mínimo a los responsables de la seguridad, ir generando mejores condiciones de trabajo y dignificar su tarea, manifestó Felipe Ornelas Piñón, coordinador de asesores del gobernador Carlos Joaquín González.

El Mando Único es un diseño o estrategia institucional que plantea como principio fundamental la cohesión de dos instancias con facultades diferenciadas por pertenecer a órdenes de gobierno distintos y que, en el marco del arreglo federal, tienen independencia en su funcionalidad y actuación, explicó.

Entrevistado para el noticiero de Acustik, dijo que actualmente, al haber independencia, cada institución funciona con criterios propios, define su estrategia y criterios de operación. Eso implica que las fuerzas de cada una funciona de manera separada, no necesariamente están en un mismo sentido, de tal forma que se generan vacíos y espacios.

En ese sentido, comentó que con frecuencia se escucha que cada instancia responsabiliza a la otra de lo que debió o no hacer. “Lo escuchamos de las instancias federales a las estatales, de las estatales a las federales, de las municipales a las estatales, en un peloteo en el que cada uno dice: esto no me toca, le toca al otro y al final lo ciudadanía lo padece”, añadió.

Ornelas Piñón recordó que, a partir de las modificaciones constitucionales que se hicieron en este sexenio, las policías municipales se encargan de la prevención, pero ya también tienen responsabilidad, son corresponsables del combate a la delincuencia organizada.

Ese es un ingrediente que hace más compleja esta circunstancia porque hoy, instancias distintas e independientes, comparten responsabilidades y eso obliga a ponerse de acuerdo para ver cómo atender esa responsabilidad compartida, subrayó.

En lo legal el Mando Único implica un acuerdo de voluntades para establecer un mandato jurídico en el que las dos instancias de gobierno se ponen de acuerdo y definen una forma de operar y unifican el mando sobre toda la organización, conformando, en términos operativos una sola, expuso.

Los criterios operativos de organización y distribución del personal estarán definidos por ese mando, de modo que puedes tener personal del municipio de Benito Juárez que necesites relevar, mover o capacitar y lo sustituyes con elementos de la Policía Estatal, aclaró.

A pesar de eso, señaló que los cargos de secretario estatal y municipal de seguridad pública sobreviven porque son entidades administrativas que tienen su marco de existencia y base jurídica, con mandos cohesionados y sujetos a uno para su operación.

El funcionario dijo que el gobierno del Estado está convencido de ese diseño y lo impulsa porque lo considera una opción para atender el problema de la inseguridad en el Estado, pero es indispensable el convencimiento de los dos órdenes de gobierno.

Desde el punto de vista jurídico, el Estado podía asumir la decisión política de establecerlo, pero eso debilitaría la relación política y complicaría el modelo de mando único porque sería ejecutado desde una sola parte. Por eso el gobierno del Estado siguió la ruta de la negociación y el convencimiento, aunque en los dos primeros años no se concretó, añadió.

También comentó que no establecer el Mando Único implicaba riesgos, empezando por que las cosas sigan como están.

Es claro que en la construcción del Mando Único, al unificar los recursos de dos entidades distintas y cohesionarlos lo que generas es una suma de recursos financieros, humanos y materiales y, al final, una suma implica un fortalecimiento de la entidad, puntualizó.

El entrevistado indicó que, de acuerdo con el compromiso asumido por el secretario estatal de Seguridad Pública, Jesús Capella Ibarra, una vez que se formalice y empiece a operar el Mando Único, el compromiso es generar resultados en tres meses.

Al respecto, insistió en que queda por resolver cómo homologar las condiciones laborales del personal de seguridad pública del municipio y del Estado, sobre todo luego de que el gobierno estatal ha mejorado las condiciones de sus policías con sueldo, equipamiento, chalecos, armamento y vehículos, algo de lo que se carece en Cancún.

No podemos tener policías estatales bien equipados y municipales mal equipados para hacer la misma tarea. Esos puntos tendrán que resolverse de inmediato, aclaró.

En ese sentido, opinó que no falta razón a los policías que se inconforman por las carencias, pero no les asiste si se considera que no son trabajadores de servicios públicos y que la policía demanda disciplina y orden, de modo que las consecuencia de un paro son infinitamente más complejas que las de un empleado de cualquier otra área.


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