A través de sueños aprendí el trabajo de recibir niños: Trinidad Canul

Texto y foto: Raúl Balam
La Jornada Maya

Lázaro Cárdenas, Quintana Roo
Lunes 13 de agosto, 2018

“No sé si fue por una cuestión divina, porque otras personas la califican como una suerte, ya que a través de sueños aprendí los trabajos de recibir a los niños”, subrayó, Trinidad Canul Baas, una persona de la tercera edad que se ha dedicado por más de 40 años como partera empírica.

En entrevista, explicó que en un inicio dentro de su sueño se daba cuenta cómo una persona empacaba una cobija en sus hombros y le decía cómo recibir a los menores cuando estaban a punto de nacer. También, dijo que en otras ocasiones soñaba que estaba con flores e iba de rodillas dentro de la iglesia de la Inmaculada Concepción, patrona de la ciudad de Kantunilkín.

Recordó que en ese tiempo de manera extraña empezó a enfermarse y de repente se dio cuenta que llegó una persona de la que no reconocía su identidad y afirmaba que escuchó la voz de su esposo, Ambroncio Chan Canul, quien actualmente tiene 91 años de edad; de tal forma pensó de lo peor, porque se mencionaba que cuando te hablaba un familiar podría haber fallecido, ya que en ese tiempo tenía ido a su milpa.

Sin embargo, cuando cayó la tarde llegó su cónyuge y se tranquilizó, pero tenía un dolor en el brazo al grado de que no podía levantarse de la hamaca.

En ese tiempo no creía en las personas que se dedicaban a los trabajos como curanderos que eran personas consideradas que sacan suerte o curan a personas con rezos y dan remedios con baños de hierbas; pero le sugirieron que acuda a visitar a uno de la zona, porque podría empeorar el dolor, ya que los médicos no detectaban nada.

Detalló que de los dos santeros que visitó en lengua materna (maya) le decían qué debe hacer los trabajos que le están encomendando, porque será visitada por sus pacientes a pesar de que nadie sabe, porque no había hecho ningún trabajo, ya que se oponía a realizarlo.

Ahí los curanderos le aseguraron que el primer bebé que recibirá será entre vergüenza y miedo; y así fue como le explicaron y fue su primer nieto de nombre, Antonio Chan Dzib.

Al inicio las mujeres embarazadas acudían a mi casa a pedir que yo les dé una sobada, porque en ocasiones viene él bebé parado, atravesado o sentado, de tal forma que se los acomodo para que el día del parto todo sea normal y no haya necesidad de alguna cesárea.

Sin embargo, dijo que cuando detecta que la mujer es estrecha y no hay forma de que nazca de manera normal de inmediato le recomienda acudir a la ciencia médica para la operación correspondiente.

Precisó que las autoridades de la Secretaría de Salud, al enterarse de que realiza trabajos de partera de inmediato la invitaron a participar en una serie de talleres en la ciudad de Cancún, Chetumal y hasta en la Ciudad de México, para que tenga mayor conocimiento de la forma cómo va aplicar la vacuna de parto.

De igual forma, mencionó que en el primer año de mandato del presidente municipal, Emilio Jiménez Ancona, la galardonó con la medalla al Mérito Ciudadano que lleva por nombre el ahora extinto presidente municipal, Terencio Tah Quetzal, dentro de las festividades del aniversario de Kantunilkín.

Aseguró que por su más de 40 años de trabajo que realiza como partera empírica, ya perdió hasta la cuenta sobre la cantidad de bebés que ha recibido y varios de ellos inclusive actualmente son profesionistas.

Agregó que por su edad avanzada está dejando de realizar los trabajos que ahora entiende que fue una encomienda de Dios, porque jamás se volvió a enfermar.

Trinidad Canul, quien ahora tiene 86 años de edad, vive en su domicilio ubicado en la calle Reforma entre Cozumel y Benito Juárez, de la colonia “Terencio Tah Quetzal”, y actualmente a los pacientes les pide el favor de que acudan al Hospital Integral de Kantunilkín, ya que se le dificulta por la edad en que se encuentra.