Texto y foto: La Opinión de Quintana Roo
La Jornada Maya
Chetumal, Quintana Roo
Sábado 13 de enero, 2018
La situación del PRD, a horas del cierre de la presentación formal de las alianzas, se ha complicado.
En las últimas horas, las dirigencias del PAN y el PRD acercaron posiciones, pero el problema no se termina.
El PRD estaría dispuesto a entregar la sindicatura en la lista de Benito Juárez al PAN, para evitar el quiebre de la alianza, pero el problema principal es ahora la negativa de Carlos Joaquín a apoyar la candidatura de Emiliano Ramos.
El gobernador habló esta semana personalmente con la dirigencia nacional del Sol Azteca y le presentó sus dudas por esa candidatura en Cancún. Ramos sólo alcanza el 4 por ciento en la intención de voto, según las encuestas del Gobierno.
El mandatario, además, cree que el diputado local armó un esquema perdedor, que solo satisface sus intereses.
El acuerdo para que Ramos sea candidato incluía a la diputada federal Ivanova Pool como síndico, y un acuerdo para que el suplente del Presidente sea Alejandro Noya.
Pero Ramos también tiene encuestas, y sabe que no gana la elección. Entonces, se trataba de un esquema para llevar adelante una millonaria campaña, y sólo quedarse con las regidurías.
De allí la queja del PAN, que sabe que si se pierde la elección (mal que les pese, el escenario más probable) podría quedarse sin representación alguna en el Cabildo.
Ese escenario, de todos modos, es inconcebible para Carlos Joaquín, que no puede quedarse mirando como Cancún, la joya de la corona, y el principal bastión opositor, se lo pelean otras fuerzas políticas sin siquiera poder participar.
[b]No quieren a Vergara[/b]
El PAN y una parte importante del PRD dan por caída la candidatura de Emiliano Ramos. El diputado local, por supuesto, la luchará hasta último momento. Y tiene argumentos y capacidad de fuego para hacerlo.
En ese contexto, en el PRD consideran que si el gobernador pone candidato a alcalde (en las últimas horas tomó fuerza en nombre de José Luis Toledo Medina, Chanito) a ellos le corresponden las dos diputaciones federales.
Por eso ADN, que es la corriente más fuerte del partido actualmente, hace valer el peso que tiene y quiere que Salvador Diego Alarcón, ex funcionario de la administración de Julián Ricalde, se quede como el candidato del Distrito electoral federal 3.
El problema es que allí está anotado Juan Vergara, una carta política que se supone que es del propio gobernador, y que en el PRD está apoyado por Nueva Izquierda, la corriente de “Los Chuchos”.
Pero en ADN no lo aceptan como parte del PRD, y si es del gobernador, el lugar ya no le corresponde, sostienen.
La batalla del PRD es ahora esa. Si el gobernador pone candidato al alcalde, el PAN a síndico, y el distrito 3 es para Vergara, prácticamente el acuerdo de que lidere la coalición sería tan solo simbólico.
Faltan pocas horas para que se resuelva el conflicto.
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