Carlos Águila Arreola
Foto: Captura de pantalla
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Domingo 21 de enero, 2020

La construcción del Tren Maya detonará ciudades pequeñas que llevarán desarrollo a los ejidatarios e indígenas de los cinco estados del Sureste que cruzará y unirá: habrá parques agroindustriales cárnicos, frutales, forestales, de alimentos orgánicos y palma de aceite, además de terminales de carga y combustible (Cancún, Campeche, Puerto Progreso).

En charla con La Jornada Maya, el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, señaló que al mismo tiempo impulsará la infraestructura carretera y de transporte con centros de flete, un aeropuerto de carga en Chichén Itzá (municipio de Pisté, Yucatán) y la recuperación camaronera en Ciudad del Carmen, Campeche.

El funcionario comentó que dentro de un análisis de vocación productiva habría más opciones que están en estudio y un elemento central será la creación de ciudades pequeñas y subcentros urbanos con hoteles, viviendas, centros comerciales, naves industriales y de manufacturas, centros educativos, de salud y culturales: 70 por ciento serán áreas verdes y el resto urbanizadas con espacios para usar bicicleta o caminar.

El titular del Fonatur precisó que incluso hay interés de empresarios de Estados Unidos que visitan zonas como Tenosique, Tabasco, para establecer una cuenca lechera ante la riqueza de agua, así como holandeses que analizan proyectos de refrigeración de alimentos para llevarlos a centros de consumo turístico y reducir importaciones.

También habría ductos de fibra óptica para asegurar internet en la región; los trenes de carga tendrán capacidad de refrigeración y los de turismo contarán con museos temáticos y espacios especiales para difundir imágenes de la riqueza cultural a lo largo de las 30 paradas (12 estaciones y 18 de apoyo) en los mil 460 kilómetros que pasarán por Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas.

Jiménez Pons aseguró que los primeros beneficiarios serán los dueños de las tierras: ejidatarios, pequeños comuneros y particulares, porque buscan asociaciones en participación, creación de fideicomisos o alguna fórmula legal que acepte la comunidad para establecer un programa productivo conjunto.

“Los propietarios no perderán sus tierras y no regresarán como sirvientes; a los pueblos originales indígenas no se les desplazará, se les dará juego económico para que en el resto de sus terrenos continúen con usos y costumbres y produzcan comida orgánica; no habrá desorden en las nuevas ciudades que tendrán centros agroindustriales, de acopio y pequeñas unidades industriales”, comentó.

Detalló que en Campeche y Quintana Roo hay ejidos con extensiones territoriales de 10 mil hectáreas, donde en mil se construirá la estación y una pequeña ciudad de 400 hectáreas, con todos los servicios y centros de producción, e indicó que sólo Quintana Roo depende del turismo, los otros cuatro estados no, pero tienen una fuerza agroalimentaria que atenderá con el tren los centros de consumo de la Riviera Maya, Cancún o Mérida.

Otro ejemplo es el inmueble y terrenos del antiguo aeropuerto de Palenque, de 200 hectáreas, donado al Fonatur para construir la estación, el conjunto arquitectónico complementario que incluye el palacio municipal y la plaza central, con componentes urbanos y paisajísticos que conforman la primera etapa del Plan Maestro.

[b]Marginación[/b]

Rogelio Jiménez Pons refirió que en Quintana Roo promueven una central de abastos y otra de hidrocarburos; en Yucatán dan valor agregado a la industria de la miel; en Cancún y Escárcega habrá grandes talleres ferroviarios; en Chiapas y Tabasco habrá cuencas lecheras, allí estadunidenses ya checan los terrenos.

Escárcega sería sede de un centro de acopio y carga para la agroindustria, en Chichén Itzá se fortalecerá el aeropuerto de carga y el tren conectará con todos los puertos y aeropuertos: con el Istmo de Tehuantepec, con la terminal de hidrocarburos de Coatzacoalcos, y Campeche recuperará su vocación camaronera.

Explicó que la agroindustria que impulsarán en los cinco estados contempla temas forestales, de frutas y verduras, aceite, empaquetado, centros de refrigeración, cárnicos y de alimentos orgánicos, y que los trenes turísticos tendrán museos y espacios especiales para presentar imágenes culturales.

En Cancún habrá un centro de logística de carga y trenes suburbanos para conectar el Tren Maya con la ciudad; en Campeche, otro centro de combustibles, al igual que en Puerto Progreso; prácticamente en todas las entidades se impulsarán granjas avícolas y porcinas, producción de sorgo y caña de azúcar, palma de aceite y soya.

Finalmente, Jiménez Pons sostuvo que si alguien quiere invertir debe entender que será parte del grupo original de propietarios, que los ejidatarios no perderán su propiedad y las nuevas ciudades serán incluyentes para disminuir los altos niveles de marginación debido a que la dispersión no es buena para la salud ni para la educación y los servicios básicos.


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