Carlos Águila Arreola
Cancún
18 de febrero, 2016
La aprobación del “Desarrollo Inmobiliario Aerogolf”, en Cozumel, por parte de la Profepa es otra puñalada más al medio ambiente de Quintana Roo, acusó Guadalupe Álvarez Chulim, presidenta de la organización ambientalista Cielo, Tierra y Mar (Citymar), quien añadió que el proyecto prevé la devastación de 200 hectáreas de selva virgen.
La Profepa informó, en su boletín BP/118-16 que el proyecto, promovido por el Club de Pilotos Isla Cozumel, cuenta con autorizaciones de carácter federal y estatal, y que verificó, durante un vuelo, que no hay remoción de vegetación forestal ni construcciones recientes.
La activista señaló que el complejo Aerogolf contempla una inversión de 819 millones de pesos y pretende construir un canal artificial, hoteles, condominios, cabañas con helipuerto y centros comerciales, sobre 585 hectáreas, e implicaría la desaparición de la laguna Punta Tormentos, en el Parque Marino de Cozumel, proyecto muy parecido al que pretendía el multimillonario Donald Trump en Punta Molas.
“Esa autorización es una aberración a la naturaleza: son 200 hectáreas de selva que se van a talar. ¡Caramba! El proyecto que el empresario Eduardo Toledo Parra tiene programado ahí, es del tamaño de la mancha urbana de Cozumel, ese es el tamaño de ese proyecto”.
“El señor Toledo Parra dice que está a nombre de los pilotos; no es cierto, está a nombre de él. Esa autorización está a nombre de Eduardo Toledo Parra. Estamos hablando de árboles milenarios de zapote, de chacah, de chechén, de chit, de guano, estamos hablando de infinidad de orquídeas”, detalló la activista.
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