Testimonio y ficción dan voz a quienes no la tienen

Juan Manuel Contreras
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Jueves 16 de marzo, 2018

Testimonio y ficción se encuentran en un texto que pretende darle voz a quienes no la tienen. Rubén Reyes Ramírez, poeta y escritor, hace gala de su profunda sensibilidad y un magistral uso del lenguaje en el desarrollo de su primera novela, [i]Las Otras Voces del Paraíso: Polifonía del Silencio[/i], presentado ayer en el museo Fernando García Ponce.

Como parte de las actividades programadas en el stand de [i]La Jornada Maya[/i], el director teatral Paco Marín, en compañía de las actrices Betty Yáñez y Michelle Arrébola -del colectivo escénico Caballo Azul-, declamaron algunos de los pasajes que integran la obra de Reyes Ramírez, ocupando cada uno el lugar de un personaje de la novela, cuyo género oscila entre lo fantástico y lo epistolar.

Previo a la lectura, el director del rotativo, Fabrizio León, resaltó que la edición podría ser el primer libro-periódico editado en el país, ya que su formato se asemeja al de una gaceta, mas en su interior contiene el trabajo excepcional del poeta, quien tres años atrás fungiera como uno de sus guías para conocer las tierras del Mayab.

“Se trata de una historia documentada, única; relacionada con el origen del estado de Quintana Roo, de sus ciudades y de su grandeza hecha con manos y miradas mayas, campechanas y yucatecas”, señaló.

“El rebozo de sombras”, “Un técnico en alpargatas”, “Un lunes como mañana”, “La sombra del polvo” y “Un eco oscurecido del desvelo”, fueron algunos de los pasajes literarios a los que los dramaturgos dieron lectura ante el nutrido público que se dio cita en la carpa jornalera para escuchar las peripecias de los personajes Sofía Catalina y Adrián Canul en el campo yucateco.

Posterior a la oratoria, el autor de la obra agradeció a Caballo Azul por recrear un texto que dijo, “es producto de la amistad y generosidad”. Agradeció a Paco Marín, “entrañable jinete de un Caballo Azul”, y a las actrices que dieron voz a los personajes de su libro.

De igual forma agradeció a los editores, a [i]La Jornada Maya[/i], en particular a Fabrizio León y a su equipo; a la Filey y a la Universidad Modelo por hacer posible su publicación.

Reyes Ramírez explicó que [i]Las otras voces del paraíso es un relato de ausencias[/i], de esas ausencias que, sin embargo, permanecen, o que quieren permanecer. En ese sentido, oscilan agónicamente entre el recuerdo y el olvido.

Para ejemplificar el proceso de construcción de la historia “la historia de esta historia”, como él le llama, el literato citó a la cantautora costarricense -nacionalizada mexicana- Chavela Vargas: “Uno regresa siempre a los viejos sitios donde amó la vida y entonces comprende, cómo están de ausentes las cosas queridas”.

“El relato es en principio, el intento de dar voz al silencio, a los que no tienen voz, a esas otras voces del paraíso, de las que muy pocas veces sabemos algo”, externó.

“El relato es también una historia sobre dos cuestiones básicas: de búsquedas y de fronteras. De búsquedas porque en el fluido de esa búsqueda del paraíso siempre hay un sueño obstinado, un deseo; y de fronteras, porque finalmente ése moverse de la tierra al sitio de trabajo, es un transgredir continuo de círculos, límites en lo que finalmente el transgresor termina no sabiendo de dónde es si de aquí o de allá, del ayer o del mañana”.

Reyes Ramírez considera que, como escritor, se le impuso la necesidad de encontrar un lenguaje que expresara la dignidad del silencio de estas voces y que de alguna manera también estuviera en la visión del mundo y en la oralidad del campesino maya -relativamente- contemporáneo.

“La última transgresión y la última búsqueda, es la que gracias a todos los que han apoyado, leído, releído , sugerido, publicado, editado, y que ponen ahora el libro en nuestras manos; hacen que el texto emprenda esta última búsqueda con la esperanza de transgredir la frontera del papel, a la mirada de todos ustedes”, recalcó.