Por falta de agua, suspenden clases en primaria de San Nicolás

Juan Manuel Contreras
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 9 de febrero, 2018

El reloj marca las 7 de la mañana y la ciudad comienza a despertar; poco a poco las calles se van poblando de automovilistas prestos a llegar a su trabajo; jóvenes con mochilas al hombro esperando el autobús, y niños en edad primaria acudiendo a sus planteles de la mano de sus tutores.

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Pasadas las siete, una escena inusual, por el rumbo de Plaza Fiesta, llama la atención de transeúntes y vecinos de la colonia San Nicolás: no suenan las bocinas de automóviles ni la algarabía propia de los niños al entrar a la escuela.

A pesar de que el calendario escolar marca el jueves 8 de febrero como un día hábil y que la entrada ha sido a partir de las 7 de la mañana desde su fundación, ninguno de los 340 alumnos de la primaria Alfonso N. Urueta Carrillo asistió. Hoy no hay niños.

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Lo que sí hay es un aviso colgado a las puertas del liceo explicando la razón de la quietud:

“Por causas ajenas a la escuela y debido a la falta de agua que hemos estado padeciendo en el plantel desde el mes de enero, queda a consideración y riesgo de ustedes, padres de familia, la asistencia de sus hijos los días: jueves 8 y viernes 9 de febrero. Las autoridades educativas han sido informadas en tiempo y forma de esta situación. El personal directivo, docente administrativo y manual acudirá al plantel a cubrir su jornada laboral. Atentamente: la dirección”.

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La directora, Neggie Rubio Abuxapqui, explicó que no se trata de un problema nuevo, pues desde el 2015 -cuando se posiciona al frente de la escuela-, han tenido problemas con las tuberías del baño, sin embargo a últimas fechas, el conflicto se ha agudizado, dejando a todo el complejo sin el servicio de agua potable.

La dirigente reveló que desde octubre del 2015 ha emitido más de 25 reportes a la Secretaría de Educación de Yucatán para darle seguimiento a la problemática, pero ni la administración de Raúl Godoy, ni la de Víctor Caballero -precandidato a la alcaldía de Mérida por el PRI- han hecho nada por brindar el apoyo.

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“No hay presupuesto”, es la respuesta que ha recibido en las múltiples ocasiones en las que ha levantado la voz ante dicha instancia.

A pesar de que han acudido inspectores a constatar las condiciones en las que se encuentran las instalaciones, estos le comunican que al realizar el ejercicio fiscal se resolverá el contratiempo, “ya llevamos tres años así, y todavía no veo claro”, acusó la doctora en educación.

“Somos una escuela pública, hemos acatado las normas de la secretaría de no cobrar ni condicionar la cuota a los padres de familia y lo hemos cumplido, pero ellos no han respondido a nuestras necesidades”, aseveró.

Durante la visita se pudo confirmar las condiciones deplorables en las que se encuentran varias áreas del plantel. La mitad de los baños está fuera de servicio, las losetas de sus paredes se desprenden una a una y la falta de agua es la causante de un olor nauseabundo que mina cada rincón del instituto y se percibe a varios metros de distancia.

Según diagnósticos, la fuga es la razón del desperdicio de más de 30 mil litros de agua que se vierten al sumidero diariamente, sin que se haga uso de los baños. Esto ha derivado en una situación crítica, pues son los propios alumnos los encargados de acarrear pesados cubos con agua para echarla al retrete luego de realizar sus necesidades.

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Aunado a lo anterior, las aulas no cuentan con ventiladores, -lo que ha ocasionado desmayos de infantes en más de una ocasión-, las canchas están en mal estado y los tableros de las canastas de basquetbol se caen por pedazos.

“Todas las autoridades competentes están al tanto de la situación, desde el gobernador del estado, pasando por la dirección de educación primaria y la de planeación; incluso el supervisor de zona. De acuerdo con las jerarquías, yo he hecho mi trabajo”, señaló.

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Finalmente, la directora de la Alfonso N. Urueta hace un llamado al actual secretario de educación, Delio Peniche Novelo, a que tome cartas en el asunto, pues no es un problema nuevo, y de no resolverse, los alumnos continuarán sin clase ya que los padres no están dispuestos a tomar el riesgo.

“La situación ya está en sus manos, tengo fe en que el problema se resolverá lo más pronto posible y de la mejor manera, para que los niños puedan regresar a las aulas”, puntualizó.