Abraham Bote
Fotos: Verde mi Amor
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Miércoles 18 de diciembre, 2019
Rodrigo Ruiz Dzib tiene 29 años, pero aún se dibuja una mirada inocente en su rostro, no carga con el estrés de la edad, como cuando un era un infante que solo le importa jugar y divertirse. Le gusta trabajar, ama la naturaleza, por eso combina sus labores de ayudante en una taquería entre semana y los fines de semana apoya en un vivero y trabajos de jardinería, dos de los pocos espacios incluyentes para personas que tienen síndrome de Down.
[img]j157g71z93ao[/img]
Verde mi Amor es una pequeña empresa dedicada al diseño, limpieza, mantenimiento, poda de jardines, viveros y área verdes, donde se busca dar empleo a personas con alguna discapacidad, por ahora solo cuentan con el apoyo de Rodrigo, pero en un futuro remoto esperan dar empleo a más personas como él.
Fabiola Mukul Rivera, fundadora del proyecto, comenta que la idea surgió por inspiración de su hija Ariana, de cinco años, quien también vive con síndrome de Down y se enfrenta a una vida con pocas oportunidades para este sector de la población, por eso la empresa ofrece inclusión a personas con alguna discapacidad para que aprendan el oficio de la jardinería. "Lo que quiero es que cuando mi hija crezca, le toquen mejores oportunidades laborales; es la visión que tiene Verde mi Amor, es lo que quiero, que la gente los mire a ver y vean que hay potencial y sólo hay que dedicarles un poco de tiempo para enseñarles pueden hacer muchas cosas", resaltó.
[img]vist6ti28qqf[/img]
De acuerdo con la empresaria, el proyecto nació ante la necesidad de mejorar los espacios laborales para las personas con discapacidad, pasar del discurso a la acción, ofrecerles una verdadera inclusión laboral. Aunque lleva tres años con esta labor apenas hace unos meses decidió dedicarle mayor impulso, por ahora trabajan solo los fines de semana.
Mukul Rivera comenta por ahora Rodrigo se encarga de ayudar en el cuidado de las plantas en el vivero que tiene en su propia casa, en los servicios de jardinería, recoger la basura, barrer. "Quiero enseñarle un oficio, la jardinería para que tenga un trabajo un pago justo y digno", expresó.
Tiene en mente contratar a más personas, pero se necesita más trabajo, ser una empresa más solvente y recursos para pagarles un sueldo justo y además ser un lugar para que las personas con discapacidad puedan aprender más sobre este oficio, y al mismo tiempo se sientan parte de la sociedad y del mercado labor que muchas veces los tiene regalados.
[img]b157g71z9zzl[/img]
Asimismo, subraya que con su empresa busca que la gente deja a a un lado ese pensamiento de que las personas con discapacidad no pueden hacer nada, que tiene el potencial para hacer más cosas y que mejor que con ayuda de la naturaleza. "Las plantas nos inspiren, nos hacen ser mejores personas, y los espacios verdes mejoran nuestra salud, nos quitan el estrés, nos relaja", expresa.
[img]uist6ti2qiiu[/img]
Dependemos en demasía de la electricidad; ¿qué pasa con esos rincones del mundo que viven en penumbra?
Rafael Robles de Benito
El instituto electoral deberá emitir una resolución al respecto
La Jornada
La censura intenta destruir la curiosidad humana, pero en los rebeldes, la alimenta
Margarita Robleda Moguel