Graciela H. Ortiz
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Domingo 27 de octubre, 2019
“Estoy muy contento, viendo que la feria crece cada vez más, que cada vez es más familiar, que se logra consolidar en el gusto de todos los meridanos, y hoy esperamos superar la meta de lo que tuvimos el año pasado”, expresó el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, en su visita a la Tercera Feria del Mucbipollo 2019 que se está llevando a cabo en el Parque de San Sebastián, en el marco de las actividades que organiza el municipio con motivo de las fechas de Fieles Difuntos y Janal Pixán.
Desde las siete de la mañana ya hubo puestos instalados ofreciendo pibes para los feligreses que concurrían a la misa en la Iglesia de San Sebastián, mientras que las actividades concluirán a las 8 de la noche en el Parque ubicado en la calle 72 entre 75 y 77.
Se ofertaron más de mil 600 pibes, desde el tradicional de pollo y puerco con o sin espelón, pasando por el de jamón y queso, lechón, relleno negro, castacán, cochinita y mariscos. El costo por porción fluctuó entre 60 y 80 pesos, dependiendo de la variedad, en tanto la lata entre 500 y 550 pesos, ya que los precios estaban estandarizados.
El alcalde llegó acompañado de sus hijos para degustar el pib que más le gusta, el tradicional de puerco y pollo con espelón y un helado de guaya. “Hay muchas ciudades que quisieran poder contar con esta identidad cultural, tenemos lengua propia, cultura, tradiciones, gastronomía, música, himno y bandera, tenemos todo lo que realmente puede darle el sentido de pertenencia a una sociedad; me siento muy orgulloso de ver que la gente se siente profundamente satisfecha y, también, orgullosa de las tradiciones y las promueve para que esto lo podamos conservar con el paso del tiempo”, sostuvo.
A su turno, el organizador del evento, Henry Cetina Cámara, indicó que la feria ya se extendió a comparación del año pasado: “ya abarcamos otra cuadra, este año tenemos 30 oferentes de pibes y, el año pasado tuvimos 22, con una afluencia de 15 mil personas, y ahora esperamos más de 20 mil”.
[b]Los pibes[/b]
Algunos puestos como Rancho de las Veletas, de Umán, llevaron 150 pibes y en un espacio entre las escuelas María Antonia Ancona y Manuel Cepeda Peraza produjeron otros 60 enterrados, durante una ceremonia muy tradicional donde las cocineras mostraron su destreza amasando el nixtamal y rellenándolo con la col.
La cocina económica La Lupita ofreció 300 pibes de puerco y pollo con o sin espelón y de cochinita, desde las siete de la mañana estuvieron vendiendo y para las 11:30, ya habían salido 120, en tanto el de cochinita se había agotado.
Más tarde, una procesión de ánimas partió desde la Iglesia y llegó al predio donde estaban los pibes enterrados, de allí pasaron al altar, recreando la llegada de los fieles difuntos.
[b]Los visitantes[/b]
En un ambiente muy familiar y entusiasta, los visitantes se mostraron satisfechos y probaron distintas variedades de pibes, “Vinimos especialmente de Progreso a la Feria”, contó Miguel Acosta, quien llegó acompañado de su esposa, hijo, nuera y nieto. “Me gusta mucho el ambiente familiar, la música, y los pibes. Probé el de castacán y estaba muy sabroso, ahora vamos por el tradicional”, dijo.
Por su parte, Gabriel Santamaría llevó a su tía y destacó también el buen ambiente, la variedad de pibes y postres, al tiempo que expresó que los precios eran accesibles.
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