Graciela H. Ortiz
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Miércoles 17 de julio, 2019

“Entre el 0.5 y 1 por ciento de la población del estado tiene serios problemas de juego, es decir, está al borde de la ludopatía; en tanto un poco menos del 0.5 por ciento ya sufre la enfermedad, un alto porcentaje en relación a la población completa del estado”, afirma Miguel Ángel Viveros Erosa, autor del libro [i]Ludopatía y adicción a las nuevas tecnologías[/i], en entrevista con [i]La Jornada Maya.[/i] Los porcentajes que refiere equivalen a que alrededor de 11 mil personas son ludópatas y el doble está en riesgo de serlo, conforme a la Encuesta Estatal de Adicciones.

Esa Encuesta fue la primera en el país sobre adicciones sin sustancia, como también se les llama, ya que no media un agente que lleve a ese comportamiento.

En esa compulsa, además de tabaco, alcohol y drogas, se incluyó a las adicciones comportamentales y/o conductuales, tales como ludopatía, videojuegos, celulares e Internet.

“Nosotros nos comparamos, para ver en qué nivel nos encontrábamos, con los estados que tienen una oferta importante de casinos, como Monterrey por ejemplo, y aunque ellos no tenían como tal una encuesta, es el lugar donde tienen más grupos de jugadores anónimos, y esa cierta estadística coincide con los niveles de juego en Yucatán”, explicó el médico siquiatra.

Esta Encuesta, además de casinos, comprende juegos como la lotería, los raspaditos, etcétera.

“El grupo mayor está en la lotería y en ese tipo de juegos, pero el grupo más riesgoso, donde se pueden ver problemas más graves, está en los casinos”, refirió el especialista.

El siquiatra apuntó que un indicador muy claro de cómo se disparó la ludopatía en Yucatán fue el aumento de las casas de empeño, “porque a partir de que aparecieron los casinos en Mérida proliferaron entre 300 y 400 por ciento”.

“La adicción es un escape, sea una pantalla o una sustancia. Esa gente ya tiene cierta predisposición. Claro que todo está diseñado para enganchar a la gente”, señaló.

Viveros Erosa destacó que la persona que juega experimenta las llamadas distorsiones cognitivas, que ocurren porque desde el diseño del casino, carente de relojes y ventanas, contribuye a que se pierda la noción del tiempo.

Por otro lado, los sentidos se nublan porque todo es elegante, hay una sensación de diversión y muchos estímulos luminosos y auditivos de monedas cayendo y, además, se producen ciertos fenómenos particulares que enganchan más a la persona; por ejemplo, el del “ya casi”, que ocurre en las máquinas tragamonedas donde salen los 7 o las cerezas; cae un 7, cae otro 7 y luego queda el tercero a punto de caer, “ese es un estímulo sicológico sumamente poderoso”.

También, agrega, se pierde la noción del valor del dinero y de lo que se gasta, por el hecho de jugar con una tarjeta.

“Además, la persona piensa que tiene cierta capacidad de controlar o de poder manejar el azar, o poder predecir, y en realidad las máquinas están programadas. Entonces, cuando le atina, dice que es buen jugador; cuando pierde, es porque tuvo mala suerte”, afirmó.

Considera que el juego está asociado con el glamour, desde la clásicas películas de Hollywood, que considera han tenido una influencia importante.

[b]¿Qué es la ludopatía?[/b]

La ludopatía es una patología que consiste en la alteración progresiva del comportamiento por la que el individuo experimenta una necesidad incontrolable de jugar.

La primera vez que la enfermedad fue reconocida, se le llamó juego patológico y fue establecida para 1980 en el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM III) de la Asociación de Psiquiatría Americana. Fue hasta 1992 que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el concepto que hoy se emplea.

Se estima que la ludopatía puede afectar de 1 a 3.4 por ciento de la población mundial. El panorama en México apunta a que el 2 por ciento de la población es adicta al juego. La tendencia de juego son las máquinas tragamonedas, la lotería inmediata, las cartas y el “raspadito”.

Por su parte, la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, Encodat 2016-2017, estableció que cerca del 24 por ciento de los mexicanos ha apostado en un momento de su vida; más del 35 por ciento de adolescentes lo ha hecho, siendo los más vulnerables a padecer juego patológico los que tienen entre 12 y 17 años.

Según el Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones en la Ciudad de México, entre 60 y 65 por ciento de los asistentes a casinos son mujeres mayores de 45 años.

Conforme a la OMS, a nivel mundial, 20 por ciento de los jugadores compulsivos se suicida.

[b]Ayuda[/b]

Para luchar contra la adicción y ayudar al jugador, se formó Jugadores Anónimos, que tiene presencia en 62 países.En México existen grupos en 15 estados. En Yucatán existen dos grupos, con sede en Mérida: “Vuelve a vivir” y “Un día a la vez”.

“Vuelve a vivir” inició el 26 de septiembre de 2012, en tanto “Un día a la vez” abrió sus puertas el 3 de diciembre de 2017.

En caso de necesitar ayuda se puede llamar durante las 24 horas a los siguientes teléfonos:
“Un día a la vez”: 999 575 6604/999 455 2639.
“Vuelve a vivir”: 999 545 2925.


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