¿Qué tal si te arrepientes después?: la respuesta a mujeres que no desean ser madres

Katia Rejón
Foto: captura de video
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 10 de mayo, 2019

Tuvieron que pasar 20 años para que los doctores aceptaran practicarle una ligadura de trompas a Mara Aranza, yucateca de 40 años que desde pequeña supo que no quería ser madre. Fue a hospitales del sector público y privado a los 20, a los 28, a los 30 y siempre recibía la misma respuesta: ¿qué tal si te arrepientes después?

A Mara le encantan los niños y fue maestra muchos años. Ahora es intérprete médico bilingüe y trabaja desde casa, pero con hospitales de otros países. Desde el año 2000 tiene un pequeño refugio de animales junto con su esposo donde cuidan y dan en adopción a gatos y perros.

“Tenemos muchos ejemplos de cómo es ser madre, pero de cómo ser mujer y no ser madre no es tan común. Yo lo quise intentar, lo hice y estoy muy satisfecha con mi vida”, cuenta en entrevista.

El último informe sobre natalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), indica que en el 2017 nacieron 2 millones 234 mil 036 de mexicanos. Es la tasa más baja desde el 2008, aunque con una diferencia de apenas 402 mil 71 nacimientos.

“Me casé muy joven, a los 18 años, pero sabiendo que ser madre no era una de mis prioridades. Afortunadamente, mi esposo comparte la idea y desde los 20 años acudí a centros de salud. Me topé con la desagradable noticia que en ese momento no podían hacerte una ligadura si no tenías hijos”, explica y precisa que cuando lo intentó por primera vez era el año de 1997.

De acuerdo con un informe de GIRE (Grupo de Información en Reproducción Elegida) publicado por el Sistema Interactivo de Seguimiento de la Convención sobre la eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), en México la esterilización quirúrgica está autorizada y regulada por la Norma Oficial de los Servicios de Planificación Familiar. Los requisitos son: que se haya ofrecido el servicio de consejería a la paciente y que ella preste su consentimiento consciente y voluntario.

La anticoncepción quirúrgica voluntaria (AQV) es el método más difundido y usado entre las mujeres en edad fértil. El gobierno reporta una prevalencia de 43.3 por ciento, respecto a los temas métodos. En los últimos años se han documentado casos en los cuales se esteriliza a las mujeres sin su consentimiento, o sin informar que se trata de un método irreversible; y al mismo tiempo, se obstaculiza a mujeres que acuden con voluntad de no tener hijos.

Mara explica que conoce a otras personas que han decidido no ser madres ni padres, y que reciben la misma respuesta por parte del personal médico. “Entiendo que a los 20 años no te tomen tan en serio, pero lo intenté a los 30 y era la misma situación, hace apenas un par de años, volví con los mismos doctores y al fin me operé”, explica.

Hace unos años le salieron quistes benignos en la matriz, miomas, que son comunes en muchas mujeres y sobre todo en el caso de las mujeres que deciden no reproducirse. “Un doctor me dijo en forma de guasa: la matriz sirve para dos cosas, para dar hijos o para dar miomas y tú decidiste no tener hijos”, platica.

También en ese entonces le insistieron para no quitarse la matriz y le retiraron los miomas. Hasta que a los 38 años, cuando ya había otras razones por las cuales era más difícil el embarazo además de su voluntad, pudo esterilizarse.

“Considero que la validez de una mujer no se da únicamente por tener hijos. Tengo amigas más jóvenes, y de todas las edades, que tienen la misma certeza de no tener hijos (por múltiples razones) y han pasado por la misma situación al solicitar el procedimiento, se los niegan”, agrega.

[b]Derecho a decidir[/b]

El Inegi reportó que en el 2017 el 28.8 por ciento de las madres tenían entre 20 y 24 años y el 24.5 por ciento entre 25 y 29 años. Las madres que declararon contar con un hijo nacido vivo, es decir el registrado, representan el 46.5 por ciento (1 039 252); con dos, el 28.9 por ciento (645 926), y con tres, el 15.4 por ciento (344 276). El resto manifestó tener más de tres hijos nacidos vivos. La escolaridad del 78 por ciento de las madres que registraron un nacimiento (1 741 439) no supera el nivel medio superior.

Los padres son en su mayoría de 25 a 29 años, en el 23 por ciento de los casos. La mayoría cuenta con un nivel de escolaridad que tampoco supera el nivel medio superior. El 79.8 por ciento del total de los padres declararon tener trabajo; 3.2 por ciento no trabajaban, y 17 por ciento no la especificaron.

Mara cree que tanto hombres como mujeres tienen derecho a decidir si reproducirse o no y “no por eso no van a tener una vida plena y satisfactoria”. Ella se siente muy contenta en muchos aspectos de su vida e invita a las personas a que no se dejen presionar si no desean tener hijos.

“Hace poco lo pudimos ver con las rezadoras en el Congreso, todavía tenemos un legado religioso que lamentablemente nos limita demasiado. Hay gente que piensa que [hay que tener] los hijos que dios te mande. No importa si no tienes recursos para mantenerlo, no importa si no tienes capacidad para educarlos, es muy preocupante porque vivimos en una sociedad donde hay demasiados niños solos. Y es un problema social muy fuerte”, finaliza.