Escritoras de la tercera edad derriban tabúes para crear poesía erótica

Texto y foto: Abraham Bote
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Martes 19 de Marzo, 2019

Hace unos cuatro años, las hermanas Olda y Libia Lizama Crespo, nunca pensaron estar donde están ahora. Luego de experimentar ausencias, pérdidas y la soledad, encontraron en la literatura un alivio: ambas han ganado varios premios de literatura y presentado sus libros y poesía erótica, pero sobre todo han superado y derribado sus miedos: desnudar su mente y alma de tradiciones, tabúes y demás cosas que puede cargar una mujer a sus más de 60 años.

Este 19 de marzo, las escritoras compartieron ante un público de jóvenes estudiantes, su experiencia de ser alumnas de la escuela de Creación Literaria, del Centro Estatal de Bellas Artes (CEBA), en la mesa panel "La creación literaria y los adultos mayores: más allá de la terapia", como parte de las actividades de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey) 2019.

Olda platica que al ser maestra jubilada y enviudada “me quedo sola”, pues sus hijos ya están grandes. “Se me queda la vida solitaria, me sentí un mosco en una habitación solitaria, nos buscaba qué hacer”, indica

Al no encontrar hacia dónde dirigir su vida, decidió emplear su tiempo en calmar su inquietud literaria. Entonces se ponía a escribir a un amigo ficticio para descargar sus sentimientos, hasta que luego le platicaron de la escuela literaria.

La mujer recuerda que asistió junto a su hermana pensando que sería sólo un curso, pero no, era una carrera de tres años. “Pero maestro, vea qué edad tenemos”, replicó en ese momento.

La vida es de riesgos, las dos mujeres de la tercera edad se escribieron. Nos obstante, confiesa que fue un proceso difícil, pues uno de los primeros muros al cual se enfrentaron fue el choque generacional, con compañeros que “podían ser mis nietos”; el otro muro fue el tecnológico, no sabían usar los correos electrónicos. “No teníamos ni correo, no sabíamos nada de eso”, indica entre risas.

Ese día, luego de ingresar contentas al salón, salieron desoladas, pero no se dieron por vencidas y empezaron a averiguar con sus hijos, nietos para aprender a usar la computadora y crear su correo. “Lo logramos, nada puede ser imposible”, le dijo a los estudiantes.

En su tercer año, en junio pasado, pudo presentar su primer libro, que cuenta la vida de su padre, quien tuvo una vida complicada, pero pudo a sacar adelante a sus nueve hijos con su trabajo en el campo. “Para mí es un tesoro porque narra toda la vida de mi papá y las etapas maravillosas que tuvo con nosotros”, expresa.

Libia, su hermana, comentó que para ella fue un sueño estar en una escuela de creación literaria, aunque siempre escribió poesía, no quería hacer una común, quería algo especial, pero tenía muchos muros que derribar “porque ya no soy una jovencita”, y la poesía que le llamaba la atención es sensual.

Desde que empezó a leer a Ramón López Velarde, fue algo especial para ella, pues se identificó con él. “Le pusieron muchos peros para aceptar el tipo de vocabulario que utilizaba”, comentó.

Y mis peros, agregó, era mi educación, mis tradiciones, mis responsabilidades como madre, abuela. ¿Qué fue lo hice?, se pregunta a ella misma. "Desnuda mi mente, mi alma… de mis tradiciones, tabúes de todo lo que implica salirse del contexto de una persona de más de 60 años. No fue fácil, pero lo logré", resalta la mujer.

Ambas escritoras motivan a las nuevas generaciones y a las personas de su edad para derribar sus miedos y demostrar que nunca es tarde para hacer lo que amas. Las dos se despiden con una sonrisa luego de inspirar y dejar a uno que otro sonrojado con los poemas sensuales de Libia.