Candelaria May busca que primaria “Ignacio Allende” de Dzitnup sea un referente

Katia Rejón
Foto: Raúl Angulo Hernández
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Jueves 7 de marzo, 2019

Son muchas las personas que viven su identidad maya desde una actitud combativa a favor de su cultura, una de ellas es la maestra María Candelaria May Novelo, académica y directora de una primaria en Dzitnup, Valladolid, que se hizo famosa por su proyecto de interculturalidad.

Candelaria May y la maestra María Teresa Vázquez Baqueiro, abogada que dirige la Institución para la Inclusión de Personas con Discapacidad de Yucatán, fueron nombradas Mujer del Año 2019 por la Fundación Universidad del Sur que reconoce a las mujeres que trabajan en temas de derechos humanos, inclusión y género. El año pasado, en su primera edición, el nombramiento fue para la doctora Guadalupe Bermejo, quien ha trabajado en Chiapas y Yucatán a favor de los derechos humanos.

En entrevista con [i]La Jornada Maya[/i], el director de la Fundación Universidad del Sur, Ángel Fuentes Romero, comentó que el trabajo de estas mujeres ha sido muy importante no sólo a nivel estatal sino internacional, en el caso de la maestra Candelaria May.

“Vázquez Baqueiro ha realizado una lucha incansable para las personas con discapacidad desde hace varios años. En el caso de la maestra Candelaria May, conocemos su trabajo de hace mucho tiempo, sus videos a favor de la identidad a nuestra cultura se han hecho virales y han tenido un impacto a nivel internacional”, comentó. Con este tipo de reconocimientos, la Universidad del Sur y especialmente la secretaria académica, Irma Daniela Vecino Cervantes, buscan dar un ejemplo a la comunidad estudiantil.

[b]¿Cómo se siente ante este reconocimiento?[/b]

Estoy muy agradecida con la Universidad del Sur. Es un compromiso construir una educación de calidad y calidez para los niños. La intención es que haya educación digna para todos los niños de las comunidades mayas. También me siento comprometida con la lucha de las mujeres, es muy triste que no podamos ocupar los espacios públicos sin ser objeto de violencia.

[b]¿En su trayectoria ha tenido que pasar por situaciones de este tipo?[/b]

Soy miembro de una familia numerosa, de origen maya y económicamente desfavorecida. En aquel entonces, hasta por el apellido éramos mirados de otra forma. La discriminación ha sido una constante. Cuando gané mi clave como directora, la violencia fue más severa. Todavía anoche, alguien de Valladolid me hizo un comentario en ese tono en las redes sociales. Le contesté de forma educada pero aclarando que no estoy en ninguna disposición de seguir siendo objeto de violencia.

[b]Desde la academia, las artes y el derecho, actualmente hay muchas personas mayas que buscan la misma reivindicación de su cultura, ¿lo ve como un avance o todavía no es significativo?[/b]

Sí, los espacios se van ocupando cada vez más de gente que se preocupa y confluye a favor del pueblo en distintas disciplinas: literatura, educación, la conjunción de los feminismos donde hay varias mujeres mayas, el medio ambiente con activistas en defensa del territorio. Nuestro estado es golpeado por la imposición de varios megaproyectos, donde no se toma en cuenta la opinión de las comunidades. No se les informa sobre los daños que presentan y se les vende mentiras. Pero necesitamos empoderar a más.

[b]¿Qué ha sucedido con la escuela Ignacio Allende de Dzitnup desde que se comenzó con el proyecto de interculturalidad y el uso de hipiles como uniformes?[/b]

El personal está cada vez más comprometido con la construcción de este proyecto. Queremos que la escuela sea un referente para otras, demostrar que se puede hacer una escuela donde los niños estén tranquilos y alegres, cosa que no siempre tienen en su casa. El eje de interculturalidad lo favorecemos a través de la presencia de personas de diferentes lugares y la lectura matutina enfocada a un grupo cultural. Sí es importante que los niños reconozcan su ser maya, pero también que sepan que afuera de Dzitnup hay otros grupos culturales que también tienen su forma de pensar el mundo. Les leemos sobre rarámuris y otras culturas que siguen en lucha constante por permanecer en este país, que sigue sin reconocernos y darnos condiciones de vida digna.

Mis compañeros han incrementado el museo cultural. Un grupo al mes tiene la responsabilidad de construir exposiciones, para las cuales los niños investigan, arman, exponen. Siempre voy a agradecer al personal de la escuela, que es gente que eligió estar ahí.

[b]¿Tiene expectativas positivas de las próximas generaciones de jóvenes mayas y no mayas?[/b]

Nos falta incidir en los niños y jóvenes. En ellos es donde veo mayores condiciones de hacer ver a nuestro pueblo, darle permanencia sin estar subordinado. Los educadores jugamos un papel importante porque a pesar de ser escuela pública de una institución del estado podemos hacer un espacio para fortalecer la diversidad.