Jafet Kantún
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Miércoles 16 de enero, 2019
El boicot anunciado por la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (Amav) de Quintana Roo aún no tiene ningún efecto visible en la llegada de turistas a Chichén Itzá; es una medida que solo algunos empresarios apoyan, y en el cual la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur) solo puede mediar, por lo que efectivamente se han efectuado reuniones para llegar a una solución, declaró la titular de la dependencia Michelle Fridman.
“En lo individual yo me he reunido con varios y claro estamos mediando, negociando para una vez que estén las condiciones adecuadas poder hacer una reunión un poquito más amplia”, agregó la titular de la secretaría.
Asimismo, subrayó que la Secretaría de Fomento Turístico no tuvo injerencia en la aplicación de la nueva tarifa a extranjeros, ni la tiene para echar en reversa la decisión; “lo que sí nos toca a nosotros es mediar para que la industria turística cuente con las herramientas y un canal de comunicación para que el proceso sea lo más fácil para ellos”, anunció.
Señaló que la Sefotur se ha puesto en contacto con los sectores implicados, tanto con la Secretaría de Turismo de Quintana Roo (Sedetur) como con agencias de viajes en Yucatán y las de Quintana Roo, de los cuales “solo unos están proponiendo este boicot”. “Hemos estado monitoreando diario y no ha habido una disminución en la llegada de turistas por el momento”, destacó.
En adición, recordó que el ajuste se dio ya que Chichén Itzá posee el costo más bajo entre todas las siete maravillas del mundo, incluso con su nuevo costo. Por lo cual, la medida se tomó para intentar equilibrar lo recaudado por la atracción.
Por su parte, Héctor Navarrete Medina, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles en Yucatán, señaló que si bien no está muy enterado del tema, espera que la industria hotelera no tenga afectaciones, sobre todo en la capital del estado.
Destacó que el sector en Valladolid ha mantenido reuniones y se encuentra en coordinación con la asociación presente en Quintana Roo para hacerles ver la situación de “recortes” en la que se encuentra el país y que se ve reflejado en el aumento de 242 a 480 pesos el acceso a los turistas extranjeros a la zona Arqueológica de Chichén Itzá.
Precisó que hay un proyecto en marcha de mejorar los servicios de los paradores turísticos, lo cual busca que pese al aumento se siga atrayendo a turistas a los destinos turísticos.
En este sentido, opinó que el aumento de la tarifa es “hasta cierto punto, necesario” y que, si bien está por ver si afectará o no a la industria, lo que se está buscando es que el gobierno del estado respete los paquetes vendidos para los próximos tres a seis meses, con tal de que los touroperadores no sufran consecuencias.
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