Realizan primer festival de diversidad sexual en Mérida

Katia Rejón
Fotos: Cortesía
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Martes 26 de diciembre, 2017

El Consejo Municipal Contra la Discriminación de la Diversidad Sexual y Murmurante Producciones AC coinciden en que la mejor manera de transmitir el mensaje de no discriminación a la sociedad de una forma empática y atractiva es a través de una serie de actividades artísticas y mesas de reflexión en espacios culturales.

Del 18 al 22 de diciembre, se llevaron a cabo la puesta en escena Las Constelaciones del Deseo, el conversatorio De lo prohibido a lo cotidiano, el concierto de Pobre Estúpida, la proyección del documental Transparente y el show Trans-Cabaret de Dodi Maleanta como parte del primer Festival Mérida de Colores, una iniciativa de la sociedad civil, empresas culturales y el consejo municipal.

Andrés Campos, miembro del Consejo Municipal Contra la Discriminación de la Diversidad Sexual y coordinador del festival, comentó en entrevista que durante la planeación de las actividades del año como parte de la mesa de difusión del consejo, se les ocurrió comunicar el mensaje de no discriminación de una forma diferente.

“Decidimos hacer un festival cultural y usar el arte y la cultura como una herramienta para invitar a la reflexión y a que personas convivan en un mismo espacio sin importar las etiquetas”, explicó.

Cuando Ariadna Medina de Murmurante Teatro se sumó a la idea, “se convirtió en el monstruo que fue”. La directora de Murmurante comentó que trataron de equilibrar las actividades entre el arte y el diálogo, y obtuvieron apoyo de empresas culturales como La Fundación Mezcalería, Alianza Francesa, Centro Cultural Tapanco, Paper Jake y Producciones Reader.

Este festival funcionó como un piloto. Es el primero en Yucatán cuya temática es la diversidad sexual y durante la planeación había muchas expectativas y temores. La falta de información entorno al tema, los estereotipos y prejuicios fueron parte de las razones por las cuales se realizó y precisamente eso cuidaron.

“No queríamos caer en los estereotipos. Dodi Maleanta es un ejemplo de cómo se puede comunicar un discurso potente, de denuncia y confrontar lo que viven las personas trans, por eso lo usamos como imagen del festival”, agregó Campos.

Visibilizar el trabajo del Consejo Municipal también era importante. “Llevan un par de años incidiendo en la política pública y la gente no lo sabe. No hay tanta difusión o promoción de su trabajo, de las iniciativas que proponen y que Mérida tiene el primer consejo formado por personas de la sociedad civil en contra de la discriminación de la diversidad sexual”, afirmó Medina.

Una de las cosas que han logrado es cambiar las infracciones policiales que atentan contra la “moral y buenas costumbres” por aquellas que falten a la “dignidad y los derechos humanos”. Sin embargo, para que esto sea operativo se necesita la homologación de otras leyes que próximamente pasarán a cabildo. De esto se habló en la mesa del periodista Germán Pasos “De lo prohibido a lo cotidiano” en la que se reunieron miembros del consejo, personajes de la comunidad trans y público en general.

“La idea era consolidar una plataforma de doble vía. Una era comunicar el mensaje a la ciudadanía que no asiste a un conversatorio o mesa del gobierno, el ejemplo más claro fue el concierto de Pobre Estúpida, pues había personas comiendo en el mercado que no sabían del concierto que aplaudieron y rieron. La otra era posicionar a los artistas locales en espacios donde la gente los viera, comunicar a través de ellos un mensaje a no discriminar, a respetar a los otros” mencionaron.

La “sinergia colectiva” entre ciudadanos, organizaciones, ayuntamiento, artistas y académicos permitió que el festival cumpliera el objetivo de reunir a personas homosexuales, heterosexuales, bisexuales, trans, un público diverso que vaya a charlas de diversidad o que consuma cultura.

“El festival se va a quedar. Quiero traer gente de Lima que está trabajando estos temas, aprovechar las redes que ha hecho Murmurante para ampliar las actividades y mezclar lo cultural con la reflexión. La gente se vuelve homofóbica o agrede a los que no son iguales por ignorancia, y la única forma de que esto no suceda es abrir este tipo de espacios”, aclaró Ariadna Medina.

“Todos los problemas sociales tienen mucho camino por delante. Estamos en una etapa en la que debemos repensar la forma en la que invertimos el dinero, tiempo, recursos y qué resultados tenemos. Con este pilotaje hemos tenido un muy buen resultado”, agregó Campos, quien es biólogo de formación y está convencido que “no resolvemos nada sembrando árboles, hay que apostar a las acciones sociales para un impacto ambiental y así es en cualquier tema”.

Para que el siguiente festival sea como lo planean, necesitan al menos 500 mil pesos y buscarán sumar esfuerzos de la sociedad civil, empresas y gobierno para realizarlo. Así como la participación de la sociedad en general para que “su percepción y opinión se enriquezcan con la de los otros y seamos una sociedad que respeta las diferencias”.

“Algo importante es entender que la diversidad sexual no es sólo gay o lesbiana sino toda expresión humana de la sexualidad. Mientras seas humano eres parte de la diversidad y tuvimos mucho cuidado que los eventos fueran para todo público, que la gente sin etiquetas conviva en un mismo espacio de la ciudad”, destacó Campos.