Inicia el fin de semana fuerte en el centro de Mérida

Juan Manuel Contreras
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 22 de diciembre, 2017

La euforia previa a las fiestas decembrinas ha tomado las calles del centro de Mérida. Una ola de amas de casa, padres de familia y jóvenes de todas las edades abarrotan los establecimientos en busca de una gran variedad de productos; desde insumos para la tradicional cena de noche buena, regalos para sus seres queridos, y el respectivo atuendo para la ocasión.

Los colores navideños han teñido las calles de la ciudad. Piñatas de siete picos, figuras de Santa Clos y luces de todas formas y colores adornan las aceras para beneplácito de los consumidores. Los vendedores ambulantes vocean las ofertas del día, mientras sus clientes potenciales escudriñan la mercancía en busca del regalo ideal.

La algarabía se potencia al hacerse paso entre la multitud e ingresar al mercado Lucas de Gálvez. El mercado grande se encuentra al tope de su capacidad y el ajetreo cotidiano del lugar parece nada a comparación del movimiento que registra para estas fechas.

“Voy a cocinar pavo, sandwichón y a ver para qué más alcanza”, platica doña Bertha, quien acudió al bazar desde muy temprano; pero no lo suficiente para sortear a la muchedumbre. “En la casa somos diez, más los que lleguen de improviso, lo importante es la convivencia familiar”. Ella, como muchos otros, no tiene reparo en gastar gran parte del aguinaldo en un banquete y regalos para el intercambio que realiza con sus consanguíneos.

Mientras se camina por los angostos pasillos del Lucas de Gálvez, uno puede escuchar a los locatarios bromear entre sí, respecto a quién tendrá las mejores ventas este año, “al final es el cliente quien decide”, precisa uno de ellos, mientras prepara unos paquetes de recado de achiote. Al ser cuestionados sobre cuánto esperan vender esta temporada, ambos coinciden en que “todo” es la medida ideal.

Las cumbias y demás música guapachosa que normalmente acompaña a los transeúntes de esta céntrica zona, han sido sustituidas por villancicos, conservando en muchas ocasiones su naturaleza festiva, para acentuar el ambiente navideño.

“¿Qué me estás sacando fotos, padrino? ¿Eres inspector?”, reclama uno de los 379 vendedores de pirotecnia que fueron autorizados a comerciar con su producto en el centro histórico a partir del día de hoy. Su presencia aún no es tan notable, pues apenas comienzan a instalar sus respectivos puestos, ante la mirada celosa de la policía municipal.

La venta de ropa también registra un alza significativa en estas fechas, pues mucha gente pretende acudir al encuentro familiar con sus mejores prendas. Desde conocidas tiendas departamentales, hasta vendedores ambulantes; todo está a reventar. “¿Crees que me vayan bien estos colores?”, pregunta una indecisa compradora mientras compara dos blusas bordadas por una vendedora chiapaneca.

En las jugueterías la cosa es un tanto distinta a como podría esperarse, ya que los avances tecnológicos han desplazado hasta cierto punto los juegos tradicionales. Ya no se observan niños llorándole a su madre el último muñeco de acción, ni la última edición de carritos “Hot Wheels”, en contraste, las tiendas de celulares y videojuegos, están a tope.

La derrama económica de 30 mil millones de pesos que se espera para esta temporada, se materializa en las calles del centro; así como en otros puntos comerciales de la ciudad. Ropa, juguetes y botellas de licor, forman parte de esta bonanza comercial, que para muchos fungirá como catalizador para el impulso de la economía en el año venidero.