Pasión y humildad, poderes de todo líder: Jorge Valdano

Paul Antoine Matos
Foto: Facebook @BIMYucatan
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Sábado 11 de noviembre, 2017

Jorge Valdano es lo más cercano que un mortal puede estar de D10s. Y le falló. En su faceta benevolente, Diego Armando Maradona eliminó a los Diablos Rojos belgas en el estadio Azteca, sacó a San Pedro de las puertas del cielo encarnado por el portero Pfaff y Valdano quedó solo frente a la gloria. El balón se elevó hacia las nubes, pero el atacante argentino cayó al infierno.

“Que Maradona te aplauda es peor todavía”, reconoce Jorge Valdano en el Business Innovation Market (BIM), organizado por el Instituto Yucateco del Emprendedor (IYEM). El aplauso es el dedo juzgador de D10s, un recordatorio de que también es misericordioso.

“Iba a ser una cita con la gloria, fue una cita con el ridículo”, dice en su conferencia Los 11 poderes del líder. Meter un gol en un mundial, vestido con la albiceleste era su sueño desde los tres años. A pesar de su error, Argentina llegó a la final porque tenía a Maradona.

En su conferencia Valdano trata las palabras como trató al balón durante su etapa en el Real Madrid. Usa metáforas para aplicar el deporte a la empresa, domina las letras, compara a estrellas del fútbol con líderes:

Di Stéfano, potente y de memoria descomunal, reconocía la vergüenza deportiva y la ética, el respeto al otro. “Sabía que la obligación del futbolista era devolver el precio de la entrada”, reconoce. El líder, dice, es exigente, respetuoso y justo, su valor radica en la credibilidad, esa autoridad moral que se gana en toda una vida, pero se pierde en un instante.

El segundo poder del líder es la pasión. Pep Guardiola transmite a sus compañeros y jugadores ese entusiasmo. La esperanza, dice Valdano, es el tercer valor. Se juega con esa ilusión y optimismo, como el ex entrenador de la selección Argentina, César Luis Menotti, que inspiraba astucia, técnica e imaginación, esa capacidad de encontrar oportunidades en las peores crisis.

Y continúa. El estilo va antes que el resultado, menciona, porque “lo más fácil del mundo es perder tres partidos seguidos, en ese momento el único refugio eficaz es el estilo, o en una empresa la cultura corporativa”.

La palabra. Siempre la palabra es importante para Jorge Valdano. Considera que la tecnología ha debilitado la palabra presencial, que en una empresa es un juego vertical, de ida y vuelta, en ambas áreas, entre jefe y empleado. Por eso, la palabra es capaz de convencer, no imponer.

El 10 se reserva para la estrella del equipo: Pelé, Diego Armando Maradona, Zizou, Messi, CR7. Es el número del talento. En el Real Madrid, durante su etapa como técnico, Valdano buscó jóvenes promesas para reforzar al equipo. Encontró a una joya sobresaliente, pero incumplida. Él le dio la confianza para entrenarse con el primer equipo, a pesar de las quejas del entrenador de las fuerzas básicas.

“Sirve más un rebelde que un manso, un jugador capaz de desafiar a 100 mil personas en el Santiago Bernabéu”, afirma con una filosofía de rock. Se necesitan personajes eficientes, añade.

Pero ese talento también requiere la exigencia de mejores talentos que él, así como de libertad y esfuerzo. Lo más difícil es manejar la libertad, pero necesitan tenerla, menciona.

El talento debe ser acompañado de humildad, menciona, y atajar el vicio mortal de la vanidad. El último titular es el éxito, el cual es un afrodisíaco que alimenta a la competitividad, agrega. Jorge Valdano elogia al sueño, que requiere de sacrificio, pero que con pasión se llama desafío. Elogia al afecto, que es reconocer el apoyo de las personas cercanas. Y elogia al error, que nos ayuda a crecer, a mejorar.